Ayuda gratuita contra la ansiedad
Es posible que algunas personas no sepan si la persona a la que apoyan ha sido diagnosticada clínicamente con una condición de salud mental. Otras habrán reconocido que algo no va bien y estarán dando los primeros pasos para obtener una opinión médica. Hay personas que pueden haber estado apoyando a un amigo o a un ser querido durante algún tiempo y trabajando para su recuperación.
Algunas personas de apoyo también se ocupan de alguien que tiene un problema de salud mental y un problema de salud física coexistente, una discapacidad o una enfermedad crónica (por ejemplo, una afección cardíaca, la enfermedad de Parkinson o un diagnóstico de cáncer).
Los cuidadores prestan un apoyo continuo que puede ser de tipo social, emocional, físico o económico. A veces, esto puede entrar en conflicto con su propio empleo, sus relaciones, su vida social y su salud física y/o mental.
Durante muchos años, las enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión, no se discutían abiertamente en la comunidad debido al estigma asociado a la enfermedad. Si alguien se rompe un brazo, el proceso es sencillo: obtener una radiografía, recibir tratamiento y comenzar la recuperación. A diferencia de las lesiones físicas, como la rotura de un hueso, los síntomas de la ansiedad pueden ocultarse deliberadamente o sin querer.
Cómo afrontar los ataques de pánico
Si tu amigo cancela continuamente sus planes, no atiende a tus llamadas, parece estar nervioso y dice a menudo que se siente cansado o con dolor de cabeza, es posible que tenga ansiedad. Y éstos son sólo algunos de los síntomas. Es comprensible que no hayas llegado a esta conclusión de inmediato. Puede que te sientas dolido, o que pienses que sólo es un vago o un mal amigo. Pero podría estar luchando contra algo completamente diferente y, alimentado por la naturaleza de la ansiedad, se sentiría realmente molesto si pensara que te ha ofendido.
Tu amigo puede estar luchando por controlar su ansiedad; no hay un interruptor de encendido o apagado. Y a veces la ansiedad puede ocupar todo el espacio de su cabeza, dejando poco espacio para otra cosa que no sea la preocupación.
Tu amigo no te cancela porque no quiera verte o porque no se moleste. La ansiedad, por ahora, se ha apoderado de él y el miedo a salir en una situación social le da demasiado miedo.
Tu amigo puede estar agotado y parecer siempre cansado. Puede que no entiendas por qué. Pero aunque no esté haciendo un ejercicio físico, su mente está a tope, lo cual es muy agotador y puede traducirse en síntomas físicos.
Trastorno de ansiedad generalizada
Si alguien de tu familia o uno de tus amigos ha sufrido ansiedad o se le ha diagnosticado un trastorno de ansiedad, querrás saber cuáles son las mejores formas de apoyarle. Saber cómo ayudar a alguien con ansiedad puede resultar desalentador al principio, pero una vez que entiendas sus preocupaciones, deberías ser capaz de comunicarte bien.
Las enfermedades mentales pueden ser a veces difíciles de manejar, pero cuando se trata de ayudar y apoyar a alguien con ansiedad, hemos esbozado algunos consejos útiles sobre lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer para asegurarse de que las medidas que tome le ayuden a empezar a sentirse mejor de nuevo.
Leer sobre los tipos de ansiedad y sus diferentes síntomas puede ayudarte a comprender bien por lo que está pasando la persona que te importa. Esto, a su vez, puede ayudarte a empatizar con su experiencia e identificar los momentos en los que puede necesitar más apoyo.
Esto suele suponer un alivio para la persona, ya que se da cuenta de que no tiene que soportar la carga de su ansiedad sola. Tener esta conversación da a la persona la oportunidad de ver que tiene personas que se preocupan por ella, que quieren escucharla y que desean que se sienta mejor. La persona que sufre de ansiedad también puede contarte cómo puedes ayudar a controlar sus síntomas de ansiedad.
Qué decir a una persona ansiosa
A menudo es fácil darse cuenta de que alguien no es el mismo de siempre, pero es mucho más difícil saber qué hacer para ayudar, o incluso cómo plantear el problema. No tengas miedo de iniciar la conversación. Hay todo tipo de cosas que puedes hacer para cambiar las cosas.
Es muy importante asegurarse de que tienes apoyo (tautoko) para ti mismo cuando estás apoyando a otra persona, ya que puede suponer un gran esfuerzo para ti. Hablar con otras personas que están en una situación similar puede ser útil. Tienes que cuidar de tu propio bienestar y del de la persona a la que cuidas, y sentirte bien con ello. Dedica tiempo y espacio a cuidarte a ti mismo. Asegúrate de encontrar oportunidades para relajarte, divertirte y tomarte un descanso cuando lo necesites. Hablar con otras personas que estén en una situación similar puede ser útil. Piensa en contactar con una red de apoyo. El ejercicio y el sueño también son fundamentales: