Síndrome del cuerpo inquieto
La ansiedad se siente literalmente de la cabeza a los pies. La gente no piensa realmente en los pies como un lugar que se ve afectado por la ansiedad, pero la realidad es que las molestias en los pies son en realidad un síntoma de ansiedad muy común, y que incluso puede causar una angustia significativa.
Los problemas con los pies pueden ser desconcertantes, y ciertamente es difícil imaginar lo que pueden ser estas molestias en los pies si no las has experimentado antes. Pero aquí tienes ejemplos de lo que puedes experimentar en tus pies:
La ansiedad también es conocida por causar extraños espasmos, dolores y otros. Pero estos tienden a afectar a las personas en función de cada caso y, por desgracia, puede ser muy difícil averiguar la causa. Sólo hay que recordar que el estrés causa estragos en el cuerpo, y cualquier cosa que provoque tanto malestar físico va a provocar sensaciones extrañas e inusuales.
La buena noticia es que cuando las molestias en los pies son causadas por la ansiedad, lo único que hay que hacer es combatirla. La mala noticia es que la ansiedad no es algo que se pueda curar de la noche a la mañana. Tienes que encontrar una estrategia eficaz y a largo plazo que detenga tu ansiedad y evite que vuelva a aparecer.
Síntomas del síndrome de las piernas inquietas
OverviewEl síndrome de las piernas inquietas (SPI) es una afección que provoca un impulso incontrolable de mover las piernas, normalmente debido a una sensación incómoda. Suele ocurrir por la tarde o por la noche, cuando se está sentado o tumbado. Moverse alivia temporalmente la sensación desagradable.
A veces las sensaciones son difíciles de explicar. Las personas que padecen el SPI no suelen describir la afección como un calambre o un entumecimiento muscular. Sin embargo, describen constantemente el deseo de mover las piernas.
Cuándo ver a un médicoAlgunas personas con SPI nunca buscan atención médica porque les preocupa que no se les tome en serio. Pero el SPI puede interferir con su sueño y causar somnolencia durante el día y afectar a su calidad de vida. Hable con su médico si cree que puede tener SPI.
EmbarazoEl embarazo o los cambios hormonales pueden empeorar temporalmente los signos y síntomas del SPI. Algunas mujeres sufren el SPI por primera vez durante el embarazo, especialmente durante el último trimestre. Sin embargo, los síntomas suelen desaparecer después del parto.
Brazos inquietos por la noche
La última semana de Sleeptember, nuestro mes de concienciación sobre los beneficios saludables del sueño, coincide con la Semana Mundial de la Reflexología (del 23 al 29 de septiembre), así que he pensado que nuestro último blog del mes debería tratar sobre la reflexología para el sueño.
Necesitamos dormir para funcionar, tanto física como mentalmente. El sueño regula el estado de ánimo, mejora la memoria y también mantiene la salud, el peso y los niveles de energía. Una mala noche de sueño puede afectar a cómo nos sentimos al día siguiente. Los efectos inmediatos incluyen una memoria y unos tiempos de reacción más pobres, y las investigaciones demuestran que los cambios repetidos en los patrones de sueño también pueden hacer que engordemos y que seamos más propensos a recurrir a los cigarrillos y a la cafeína.
Para asegurarse de que duerme bien es esencial seguir unos buenos hábitos de vida y eliminar los factores que le causan trastornos del sueño. Por ejemplo, asegurándose de que su dormitorio es el ambiente adecuado (fresco, oscuro y tranquilo), que su cama está a la altura, examinando la iluminación de su casa y evitando los alimentos y bebidas que puedan dificultar el sueño.
Ansiedad de pies ardientes
El síndrome de las piernas inquietas (SPI), también llamado enfermedad de Willis-Ekbom, provoca sensaciones desagradables o incómodas en las piernas y una necesidad irresistible de moverlas. Los síntomas suelen aparecer a última hora de la tarde o al anochecer, y suelen ser más intensos por la noche, cuando la persona está descansando, por ejemplo, sentada o tumbada en la cama. También pueden producirse cuando alguien está inactivo y sentado durante periodos prolongados (por ejemplo, al hacer un viaje en avión o ver una película). Dado que los síntomas pueden aumentar su gravedad durante la noche, puede resultar difícil conciliar el sueño o volver a dormir después de despertarse. Mover las piernas o caminar suele aliviar las molestias, pero las sensaciones suelen reaparecer una vez que se detiene el movimiento. El SPI se clasifica como un trastorno del sueño, ya que los síntomas se desencadenan al descansar e intentar dormir, y como un trastorno del movimiento, ya que las personas se ven obligadas a mover las piernas para aliviar los síntomas. Sin embargo, se caracteriza mejor como un trastorno neurológico sensorial con síntomas que se producen desde el propio cerebro.