Respuesta al despertar del cortisol
Dormir bien es esencial para nuestra salud y bienestar. El sueño favorece el descanso y la relajación y nos da la oportunidad de recuperarnos y dejar atrás el estrés del día. Sin embargo, este no es el caso de muchas personas que luchan contra los ataques de pánico por la noche.
Estos síntomas pueden ser tan graves que a veces hacen creer a quienes los padecen por primera vez que están sufriendo un ataque al corazón o un ataque de nervios. Con el tiempo, los ataques de pánico pueden volverse más frecuentes y el miedo a sufrirlos se arraiga, dando lugar a un “círculo vicioso”. También puedes experimentar lo que se conoce como sacudidas hipnóticas. Si estás especialmente estresado o ansioso, también puedes experimentar lo que se conoce como sacudidas hipnóticas. Estas sensaciones musculares involuntarias, como sacudidas, se producen cuando estás en la fase más ligera del sueño.
Los ataques de pánico nocturnos, también conocidos como “ataques de pánico nocturnos” o “terrores nocturnos”, ocurren mientras estás dormido y te despiertan, a menudo con los mismos síntomas que los ataques de pánico diurnos. Sin embargo, aunque estos ataques nocturnos suelen durar sólo unos minutos, puede pasar mucho tiempo hasta que te calmes lo suficiente como para volver a dormir después de sufrir uno. Esto, unido a la preocupación por si vas a tener otro ataque de pánico, puede provocar insomnio.
Ansiedad por el tiempo
Dado el estrés que supone vivir una pandemia, la ansiedad moderada es habitual. Despertarse con pánico cada mañana es más preocupante, ya que se instala antes de que puedan desplegarse los mecanismos de afrontamiento. La ansiedad matutina tiene una causa biológica: El cortisol, a menudo llamado la “hormona del estrés”, es mayor durante la primera hora después de despertarse para las personas que experimentan estrés. A veces, las personas sienten una medida de control cuando se preocupan, por lo que les cuesta detener el ciclo.
Muchas personas confunden el estrés con la ansiedad, pero son diferentes. El diccionario Webster define la ansiedad como “estar inquieto, aprensivo o preocupado por lo que pueda ocurrir”, mientras que el estrés es “tensión o tensión mental o emocional caracterizada por sentimientos de ansiedad, miedo, etc.”. El estrés también puede definirse como la falta de recursos para completar una tarea, mientras que la ansiedad suele estar vinculada a una amenaza percibida, real o imaginaria. El estrés puede aliviarse si se realiza la tarea, pero la ansiedad permanece, produciendo una serie de síntomas físicos y psicológicos.
Algunos de los síntomas comúnmente asociados a la ansiedad son de naturaleza física interna, que pueden ir desde las náuseas y el dolor de cabeza hasta la aceleración del ritmo cardíaco y la opresión en el pecho. Otros síntomas son de naturaleza física externa, como la sudoración, los temblores o la dificultad para respirar. También hay síntomas ligados a tendencias conductuales o emocionales, como la sensación de pánico, la dificultad para concentrarse, la inquietud y la disminución del impulso sexual. Otros posibles síntomas son la fatiga o los problemas para dormir.
Trastorno de pánico
“La ansiedad siempre ha formado parte de mi vida “Amber, 28 años, ejecutiva de marketing de contenidos “La ansiedad siempre ha formado parte de mi vida, pero no fue hasta que me mudé a Sheffield cuando tenía 24 años que mi médico de cabecera me ayudó a tomar medidas para controlar mi salud mental. Finalmente me diagnosticaron depresión y trastorno de ansiedad. Mi ansiedad se manifiesta física y mentalmente. A menudo sufro un aumento del ritmo cardíaco, temblores y respiración acelerada, lo que solía convertirse en ataques de ansiedad. También sufro noches de insomnio y días oscuros, en los que me cuesta salir de la cama. Cuando mi ansiedad estaba en su peor momento, mi cerebro estaba lleno de “qué pasaría si” antes de que pudiera siquiera salir por la puerta del trabajo, y a veces tenía ataques de pánico. El insomnio me llevaba a hacerme interminables preguntas sobre las cosas que había dicho o hecho y el efecto que iban a tener. Me quedaba tumbada en un pozo de oscuridad creciente hasta que llegaban las 8 de la mañana y tenía que ir a trabajar, absorta en la ansiedad e incapaz de abandonar la cama. Las mañanas ansiosas me arruinaban la jornada laboral, si es que lograba ir al trabajo. Me ponía en estado de alerta durante el trayecto al trabajo y pasaba la mayor parte del día intentando calmarme para poder hacer la lista de tareas pendientes. Mi ansiedad empeora aún más por las mañanas si me he esforzado demasiado la noche anterior, por tener demasiados planes sociales, un día ajetreado en el trabajo o haber bebido demasiado.
Cómo meditar
¿Su ansiedad comienza incluso antes de pulsar el botón de la alarma por la mañana? O tal vez se despierta temprano con pensamientos ansiosos sobre el día que tiene por delante que ya están pasando por su mente. La ansiedad matutina es común simplemente porque el estrés es común, y normalmente no es nada de lo que preocuparse. Sin embargo, si se da cuenta de que está ansioso con frecuencia por las tareas y situaciones cotidianas que a la mayoría de las personas no les amenazan, es posible que haya desarrollado un trastorno de ansiedad.
Cuando empiezas el día excesivamente estresado, preocupado y con pensamientos acelerados desde el momento en que abres los ojos, es bastante acertado decir que estás pasando por la ansiedad matutina. El término “ansiedad matutina” no es un término médico, sin embargo describe perfectamente la angustia del amanecer que muchas personas experimentan.
La ansiedad matutina es más común de lo que la gente cree, sin embargo, debería desaparecer una vez que lo que te preocupa haya desaparecido. En otras palabras, si estás preocupado por una revisión del trabajo, por ejemplo, tu ansiedad debería desaparecer después de haber recibido la revisión. Si sigue muy ansioso después de eso o se da cuenta de que está lidiando con una ansiedad, preocupación o estrés indebidos por la mañana, es posible que tenga un trastorno de ansiedad generalizada (TAG).