Ansiedad manos frías
Ya sabemos que la ansiedad puede repercutir en el cuerpo de muchas maneras, pero ¿la ansiedad puede provocar fiebre? Curiosamente, el estrés crónico puede provocar lo que se conoce como fiebre psicógena, es decir, una fiebre causada por factores psicológicos y no por un virus u otra causa ambiental. Para algunas personas, esto se parece a una fiebre persistente de bajo grado (99-100 grados Fahrenheit). En cambio, otras personas pueden experimentar un pico repentino de temperatura que dura poco tiempo durante un ataque de pánico.
La respuesta corta es que la ansiedad no suele causar fiebre, pero ciertamente puede hacerlo. Tenga en cuenta que el estrés y la ansiedad pueden hacer que el sistema inmunitario no funcione de forma óptima, haciéndolo susceptible a diversas enfermedades. Además, los cambios de temperatura corporal que pueden producirse durante un ataque de ansiedad (sofocos y bochornos) pueden hacer que una persona se sienta febril. Sin embargo, es posible que no tengan realmente fiebre. La ansiedad puede causar los siguientes síntomas similares a la fiebre: No se puede negar que la ansiedad puede tener un impacto físico, pero es importante tener en cuenta que la fiebre no es increíblemente común. A veces puede parecer que se tiene fiebre cuando en realidad no es así.
Fiebre psicógena
La doctora Keri Peterson es una médico de medicina interna que se centra en el envejecimiento en su consulta privada de Manhattan. Está afiliada a varios hospitales cercanos, como el Lenox Hill Hospital y el Mount Sinai Medical Center.
El estrés puede afectar enormemente a su cuerpo. Puede interrumpir el sueño, provocar diarrea e incluso alterar el ciclo menstrual. Debido a sus amplios efectos en su bienestar, es comprensible preguntarse si el estrés puede causar también otro signo común de enfermedad: la fiebre.
Te lo advierto: La investigación en torno al estrés y la fiebre -específicamente el tipo de fiebre llamado “fiebre psicógena”- era irregular, hasta abril de 2022; pero aquí, los expertos intentaron explicar la conexión entre una temperatura corporal más alta y el estrés, y si los factores estresantes pueden o no causar fiebre.
En primer lugar, aclaremos qué es la “fiebre”: según el recurso MedlinePlus de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., la fiebre es una “temperatura corporal más alta de lo normal”. MedlinePlus define la “temperatura corporal normal” para los adultos en el rango de 97-99°F, con una media de 98,6°F. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) definen la fiebre de forma más estricta: Es una temperatura corporal de 100,4 °F o superior.
Qué trastorno de ansiedad tengo
El ardor en el interior del cuerpo, como una sensación de quemazón cálida o caliente en cualquier parte del cuerpo, es un síntoma común de los trastornos de ansiedad, incluidos los ataques de ansiedad y de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, el trastorno obsesivo-compulsivo y las fobias, entre otros.
Esta reacción de supervivencia suele denominarse respuesta de lucha o huida, respuesta de emergencia, respuesta de lucha, huida o congelación (algunas personas se congelan cuando tienen miedo como un “ciervo atrapado en los faros”) o respuesta de lucha, huida, congelación o desmayo (ya que algunas personas se desmayan cuando tienen miedo)[1][2].
Por ejemplo, el sistema nervioso del cuerpo se encarga de enviar y recibir información sensorial hacia y desde el cerebro. Un componente principal del sistema nervioso son unas células especializadas llamadas neuronas (células nerviosas), que se comunican entre sí mediante un proceso electroquímico (la combinación de electricidad y química).
Por ejemplo, cuando se recibe información de un impulso nervioso procedente de uno de los sentidos del cuerpo, las neuronas transmiten esta información de impulso nervioso a través de la red del sistema nervioso hasta el cerebro para su interpretación.
Miedo y temperatura corporal
Los trabajadores expuestos al calor extremo o que trabajan en entornos calurosos pueden correr el riesgo de sufrir un golpe de calor. La exposición al calor extremo puede provocar enfermedades y lesiones laborales. El estrés térmico puede provocar un golpe de calor, un agotamiento por calor, calambres por calor o sarpullidos por calor. El calor también puede aumentar el riesgo de lesiones en los trabajadores, ya que puede dar lugar a palmas sudorosas, gafas de seguridad empañadas y mareos. También pueden producirse quemaduras como resultado del contacto accidental con superficies calientes o vapor.
Los trabajadores con riesgo de estrés térmico son los que trabajan al aire libre y en entornos calurosos, como los bomberos, los panaderos, los agricultores, los trabajadores de la construcción, los mineros, los trabajadores de salas de calderas y los trabajadores de fábricas, entre otros.
Entre los trabajadores con mayor riesgo de estrés térmico se encuentran los que tienen 65 años o más, tienen sobrepeso, padecen enfermedades cardíacas o hipertensión arterial, o toman medicamentos que pueden verse afectados por el calor extremo.
La prevención del estrés térmico en los trabajadores es importante. Los empresarios deben proporcionar formación a los trabajadores para que entiendan qué es el estrés térmico, cómo afecta a su salud y seguridad, y cómo puede prevenirse.