Cómo calmar un ataque de ansiedad
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG). El TAG hace que los niños se preocupen casi todos los días, y por muchas cosas. Los niños con TAG se preocupan por cosas que a la mayoría de los niños les preocupan, como los deberes, los exámenes o cometer errores.
Pero con el TAG, los niños se preocupan más, y más a menudo, por estas cosas. Los niños con TAG también se preocupan por cosas que los padres no esperan que les preocupen. Por ejemplo, pueden preocuparse por el recreo, la hora de la comida, las fiestas de cumpleaños, el tiempo de juego con los amigos o el viaje en el autobús escolar. Los niños con TAG también pueden preocuparse por la guerra, el tiempo o el futuro. O por los seres queridos, la seguridad, la enfermedad o las lesiones.
El TAG puede dificultar la concentración de los niños en la escuela. Porque con el TAG, casi siempre hay una preocupación en la mente del niño. El TAG dificulta que los niños se relajen y se diviertan, que coman bien o que se duerman por la noche. Pueden faltar muchos días a la escuela porque la preocupación los hace sentir enfermos, temerosos o cansados.
Algunos niños con TAG se guardan sus preocupaciones para sí mismos. Otros hablan de sus preocupaciones con sus padres o profesores. Pueden preguntar una y otra vez si algo que les preocupa va a ocurrir. Pero es difícil que se sientan bien, independientemente de lo que digan sus padres.
Ansiedad social
Nerviosismo, pánico, miedo, sudoración y taquicardia: todos ellos pueden ser síntomas de ansiedad. Y en momentos de verdadero peligro, la ansiedad y sus síntomas pueden ser útiles. Pero a veces, esos sentimientos se disparan en el momento equivocado, y la ansiedad acaba interfiriendo en la vida cotidiana.
Con el tiempo, la ansiedad puede aumentar hasta el punto de que una persona no puede hacer su trabajo, realizar las tareas domésticas o cuidar de sí misma o de sus seres queridos como lo haría normalmente, explicó el Dr. McCann. Saber qué puede estar causando o empeorando la ansiedad puede ayudar a evitar que llegue a este nivel.
Para algunos, la ansiedad no proviene de la preocupación por ellos mismos, sino del miedo a lo que pueda ocurrirles a sus seres queridos. El Dr. McCann dice que las personas pueden preocuparse no sólo por lo que les pueda pasar a sus hijos, familiares cercanos o amigos, sino también por cómo pueden hacer frente a la situación si realmente ocurre algo malo.
Los cuidadores se ven especialmente afectados. Se enfrentan a muchos retos al tener que cuidar a otra persona mientras hacen malabarismos con sus propias necesidades. Y según los resultados de una revisión sistemática publicada en PLoS One en marzo de 2021, cuanto más agobiados se sienten los cuidadores, más síntomas de ansiedad experimentan.
Trastorno de ansiedad generalizada
Tener sentimientos ocasionales de ansiedad es una parte normal de la vida, pero las personas con trastornos de ansiedad experimentan ansiedad, miedo, terror y pánico frecuentes y excesivos en situaciones cotidianas. Estos sentimientos no son saludables si afectan a su calidad de vida y le impiden funcionar con normalidad.
Si la ansiedad afecta a su vida y a sus relaciones, debe acudir a su médico. Su proveedor puede ayudarle a descartar cualquier problema de salud física subyacente antes de acudir a un profesional de la salud mental.
Es posible que sus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no busca ayuda. Acuda a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.
Test de ansiedad
Todo el mundo tiene sentimientos de ansiedad en algún momento de su vida. Por ejemplo, es posible que te sientas preocupado y ansioso por presentarte a un examen, a una prueba médica o a una entrevista de trabajo. En momentos así, sentirse ansioso puede ser perfectamente normal.
Las personas con TAG se sienten ansiosas casi todos los días y a menudo les cuesta recordar la última vez que se sintieron relajadas. El TAG puede provocar síntomas psicológicos (mentales) y físicos. Éstos varían de una persona a otra, pero pueden incluir una sensación de inquietud o preocupación y problemas de concentración o sueño.
También hay muchas cosas que puede hacer usted mismo para ayudar a reducir su ansiedad, como seguir un curso de autoayuda, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar y reducir la cantidad de alcohol y cafeína que toma.
Si la ansiedad se debe a una fobia específica o a un trastorno de pánico, normalmente sabrá cuál es la causa. Por ejemplo, si tienes claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), sabrás que estar encerrado en un espacio pequeño te provocará ansiedad.