Medicación para la depresión
Los antidepresivos ayudan a muchas personas. Sin embargo, no funcionan para todos. Incluso cuando funcionan bien, su efecto es limitado. Suelen funcionar mejor cuando se combinan con la terapia de conversación, el apoyo de la familia y los amigos y el autocuidado (por ejemplo, hacer ejercicio con regularidad, llevar una dieta nutritiva y dormir lo suficiente).
Si está angustiado durante más de dos semanas por sentimientos de tristeza, desesperación y falta de esperanza, o por una preocupación excesiva difícil de controlar, acuda a un médico para que evalúe sus síntomas y su situación y para que analice las opciones de tratamiento y apoyo. Un tratamiento temprano puede ayudar a garantizar el éxito del tratamiento.
Asegúrese de que su médico sepa si ha tenido momentos en los que ha sentido una menor necesidad de dormir en combinación con una cantidad inusual de energía, o en los que su estado de ánimo ha pasado de sentirse deprimido a sentirse inusualmente feliz o irritable. Los medicamentos estabilizadores del estado de ánimo pueden ser más adecuados para sus necesidades, ya sea solos o en combinación con antidepresivos. Los antidepresivos por sí solos pueden hacer que algunas personas pasen de la depresión a la manía.
Estrategias de tratamiento para la depresión | Basadas en la evidencia
La depresión es algo más que sentirse mal o tener un mal día. Cuando un estado de ánimo triste dura mucho tiempo e interfiere con el funcionamiento normal de la vida diaria, es posible que esté deprimido. Los síntomas de la depresión incluyen:1
La siguiente información no pretende ofrecer un diagnóstico médico de la depresión mayor y no puede sustituir a la consulta de un profesional de la salud mental. Si cree que está deprimido, hable inmediatamente con su médico o con un profesional de la salud mental. Esto es especialmente importante si sus síntomas empeoran o afectan a sus actividades diarias.
Se desconoce la causa exacta de la depresión. Puede deberse a una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.2 Cada persona es diferente, pero los siguientes factores pueden aumentar las posibilidades de que una persona se deprima:1
En general, aproximadamente 1 de cada 6 adultos padecerá depresión en algún momento de su vida.3 La depresión afecta a unos 16 millones de adultos estadounidenses cada año.4 Cualquiera puede deprimirse, y la depresión puede aparecer a cualquier edad y en cualquier tipo de persona.
Gestión de la ansiedad y la depresión en su consulta
Skip to Main ContentLos mecanismos de supervivencia de nuestro cerebro nos salvaron en su día. Mucho antes de que la pandemia de coronavirus mezclara el miedo y la incertidumbre en la vida cotidiana, los estadounidenses se sentían estresados.
Les preocupaba el aumento de los costes sanitarios del país, luchaban por pagarlos y se preguntaban si podrían acceder a la atención médica en el futuro. Una cuarta parte de los adultos estadounidenses declararon que la discriminación, basada en la raza y el género, era una fuente importante de estrés. Y a nivel individual, el trabajo y el dinero se situaron como los dos principales factores de estrés, todo ello según un estudio de 2019.
Dondequiera que viva el estrés constante, también lo hace su primo más agitado y debilitante: la ansiedad. Alrededor del 31% de los estadounidenses experimentará un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida, y las mujeres adultas y adolescentes lo experimentan con mucha más frecuencia que los hombres, según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos.
Además, la ansiedad suele ir unida a la depresión. Casi la mitad de las personas a las que se les ha diagnosticado depresión padecen también un trastorno de ansiedad, según la Anxiety and Depression Association of America. En un momento dado, “alrededor del 7% de la población estadounidense cumple los criterios de un trastorno depresivo grave”, afirma la doctora Rachel Katz, psiquiatra del Hospital Psiquiátrico de Yale.
Depresión: Cómo reconocerla y cómo tratarla
La prevalencia del trastorno depresivo mayor (TDM) es de aproximadamente el 6% anual en todo el mundo, con una prevalencia a lo largo de la vida del 20%,1 lo que hace que el TDM sea uno de los problemas de salud mental más comunes. Los subtipos específicos de depresión tienen implicaciones terapéuticas y pronósticas, e incluyen la depresión melancólica (melancolía), la depresión con rasgos atípicos, el trastorno depresivo mayor con rasgos psicóticos, el trastorno depresivo mayor con catatonia y el trastorno depresivo mayor con angustia.1-4 El trastorno depresivo mayor es refractario en aproximadamente el 15% de los pacientes y recurrente en aproximadamente el 35%, y el riesgo de recurrencia aumenta con cada episodio adicional de depresión mayor.1-5
La angustia requiere que al menos dos de las siguientes características estén presentes la mayor parte de los días de un episodio de TDM: sensación de estar “en tensión”, inquietud inusual, dificultad para concentrarse debido a la preocupación, miedo a que ocurran cosas horribles y preocupación por perder el autocontrol.1-4 El TDM con angustia se caracteriza por la depresión causada por una ansiedad implacable y provocará más ansiedad, formando un círculo vicioso.1 -4 Las enfermedades crónicas se asocian con la ansiedad y la depresión.6,7 El TDM y la ansiedad se asocian con afecciones psicosomáticas, como el síndrome de la boca ardiente.8 En los meses que preceden al episodio de TDM, los síntomas prodrómicos pueden incluir ansiedad, ataques de pánico y fobias.3 La angustia ansiosa se asocia con una mayor probabilidad de informar de pensamientos suicidas y una menor respuesta a los antidepresivos tradicionales.1-4