¿Estoy loco?
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La dementofobia es un tipo de fobia que implica el miedo a la locura o a la demencia. Las personas que tienen este miedo temen volverse locas o perder el contacto con la realidad. El miedo puede ser provocado por un historial familiar de enfermedad mental o por períodos de estrés severo.
La enfermedad mental se ha asociado durante mucho tiempo con el confinamiento, los tratamientos dolorosos y el estigma social. En varios momentos de la historia, se creía que los enfermos mentales estaban poseídos por espíritus malignos.
Algunos síntomas de las enfermedades mentales pueden provocar tics, arrebatos vocales y comportamientos socialmente inapropiados. Aunque la estigmatización no es tan común como antes, existe. Se puede temer perder a los amigos y a la familia o ser avergonzado delante de extraños debido a la enfermedad mental.
Ocd miedo a la esquizofrenia
¿Te has encontrado tan abrumado que te preguntas: “¿Está bien mi salud mental?”. Cuando te enfrentas a niveles crecientes de preocupación, estrés o te sientes abrumado, los temores sobre tu salud mental pueden llegar a ser muy reales y angustiosos. A veces, la diferencia entre los problemas emocionales y la enfermedad mental no está muy clara. Por ejemplo, si suele sentirse ansioso por los próximos plazos, ¿significa que tiene un trastorno de ansiedad? O si se siente deprimido o de mal humor por las exigencias abrumadoras, ¿significa que está deprimido? Estas pueden ser respuestas típicas o esperadas ante los obstáculos. Una persona puede experimentar desafíos de salud mental y no ser diagnosticada con una enfermedad mental. Conozca la diferencia en la terapia online.
Si te encuentras temeroso o excesivamente preocupado por tu salud mental, analizar cómo te sientes y qué está pasando en tu vida puede ayudarte. ¿Te sientes ansioso? ¿Se siente deprimido? ¿Está abrumado por las exigencias y los compromisos? ¿Está experimentando problemas en sus relaciones? ¿Está preocupado por un ser querido? ¿Tiene miedo de los acontecimientos mundiales? ¿Duerme, hace ejercicio y se alimenta lo suficiente? ¿Está abusando de las drogas, el alcohol u otras sustancias? ¿Tiene pensamientos intrusivos que le angustian? Estos son sólo algunos ejemplos de preguntas que puede hacerse.
Miedo a perder el control
La demenciafobia es uno de los miedos más comunes en el mundo. Tanto si el miedo a la locura proviene de un delirio de locura como si tiene una preocupación genuina por los trastornos mentales y sus posibles efectos en la mente, puede ser debilitante.
Puede afectar a casi todos los aspectos de su vida y puede hacer que evite las situaciones sociales por miedo a que quienes le rodean le tachen de loco. Pero no tema. No está solo. En este artículo, estás a punto de aprender todo lo que hay que saber sobre el miedo a la locura o la dementofobia.
El miedo a la locura o a la demencia se conoce como dementofobia. Es un tipo de fobia específica que se define como un miedo intenso e irracional a volverse loco o a padecer una enfermedad mental. El término “Dementofobia” deriva de las palabras griegas Dementos, que significa “perder la cabeza”, y Phobos, que significa “miedo”. Las personas con dementofobia tienen miedo a perder la cabeza o a volverse locas.
El miedo a volverse loco puede estar relacionado con el miedo a la locura, las alucinaciones, los delirios, el comportamiento irracional y otras enfermedades mentales. Las personas que padecen dementofobia tienen miedo de empezar a actuar de forma insensata y a comportarse de forma irracional. Sienten que no tienen el control de su comportamiento, lo que podría llevarles a hacer algo terrible o irracional sin ninguna razón.
La ansiedad pierde la cabeza
El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por sentimientos de miedo y ansiedad en situaciones sociales, que causan una angustia considerable y un deterioro de la capacidad para funcionar en al menos algunos aspectos de la vida diaria[2]: 15 Estos temores pueden ser desencadenados por el escrutinio percibido o real de los demás. Los individuos con trastorno de ansiedad social temen las evaluaciones negativas de otras personas.
Los síntomas físicos suelen incluir rubor excesivo, sudoración excesiva, temblores, palpitaciones y náuseas. Puede haber tartamudeo y habla rápida. Los ataques de pánico también pueden producirse bajo un miedo y un malestar intensos. Algunas personas afectadas pueden consumir alcohol u otras drogas para reducir los miedos y las inhibiciones en los actos sociales. Es habitual que las personas con fobia social se automediquen de esta manera, especialmente si no están diagnosticadas, no reciben tratamiento o ambas cosas; esto puede conducir a un trastorno por consumo de alcohol, trastornos alimentarios u otros tipos de trastornos por consumo de sustancias. A veces se hace referencia al TAS como una enfermedad de oportunidades perdidas en la que “los individuos toman decisiones importantes en su vida para adaptarse a su enfermedad”[3][4] Según las directrices de la CIE-10, los principales criterios diagnósticos de la fobia social son el miedo a ser el centro de atención, o el miedo a comportarse de una manera que resulte embarazosa o humillante, la evitación y los síntomas de ansiedad[5] Se pueden utilizar escalas de clasificación estandarizadas para detectar el trastorno de ansiedad social y medir la gravedad de la ansiedad.