Miedo a las alturas
Es natural sentirse a veces cohibido, nervioso o tímido delante de los demás. La mayoría de las personas superan estos momentos cuando lo necesitan. Pero para algunos, la ansiedad que acompaña al sentimiento de timidez o autoconciencia puede ser extrema.
Cuando las personas se sienten tan cohibidas y ansiosas que les impide hablar o socializar la mayor parte del tiempo, probablemente se trate de algo más que timidez. Puede tratarse de una condición de ansiedad llamada fobia social (también llamada ansiedad social).
Las personas con fobia social suelen relacionarse fácilmente con su familia y con algunos amigos íntimos. Pero conocer a gente nueva, hablar en grupo o hacerlo en público puede provocar una timidez extrema.
En el caso de la fobia social, la timidez extrema, la timidez y el miedo a la vergüenza se interponen en la vida. En lugar de disfrutar de las actividades sociales, las personas con fobia social pueden temerlas y evitarlas por completo.
Al igual que otras fobias, la fobia social es una reacción de miedo a algo que no es realmente peligroso, aunque el cuerpo y la mente reaccionan como si el peligro fuera real. Esto significa que alguien siente sensaciones físicas de miedo, como la aceleración de los latidos del corazón y la respiración. Esto forma parte de la respuesta de lucha y huida del cuerpo. Están causadas por una descarga de adrenalina y otras sustancias químicas que preparan al cuerpo para luchar o huir rápidamente.
Fobia a la pérdida
La agorafobia afecta a entre el 1,5% y el 3,5% de la población en su forma completamente desarrollada; en una forma menos grave, la padece hasta 1 de cada 8 personas. La agorafobia suele desarrollarse entre los 25 y los 35 años, y suele ser una afección de por vida si no se trata. Como todas las fobias, es más frecuente en las mujeres.
Aunque la causa puede ser difícil de precisar, la agorafobia es más común en personas que tienden a ser ansiosas o nerviosas. Aproximadamente dos tercios de las personas con trastorno de pánico desarrollan agorafobia. Otros factores que aumentan la probabilidad de desarrollar agorafobia son:
Es importante que se ponga en contacto con su médico si cree que tiene los síntomas de la agorafobia. Si no puede acudir a su médico, organice una consulta telefónica. Su médico le pedirá que describa sus síntomas, la frecuencia con la que se producen y en qué situaciones. Cuéntale todo lo posible sobre lo que sientes y piensas y cómo eso limita lo que haces. Es posible que su médico le haga una revisión física para asegurarse de que sus síntomas no tienen una causa física.
Miedo a los espacios abiertos
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Trastorno de pánico
La agorafobia[1] es un trastorno mental y conductual,[5] concretamente un trastorno de ansiedad caracterizado por síntomas de ansiedad en situaciones en las que la persona percibe que su entorno es inseguro y no tiene una forma fácil de escapar[1]. Estas situaciones pueden incluir espacios abiertos, transporte público, centros comerciales o simplemente estar fuera de casa[1]. Estar en estas situaciones puede provocar un ataque de pánico[2]. Los afectados harán todo lo posible por evitar estas situaciones[1]. En casos graves, las personas pueden llegar a ser completamente incapaces de salir de casa[2].
Se cree que la agorafobia se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales[1]. La afección suele ser hereditaria y los acontecimientos estresantes o traumáticos, como la muerte de uno de los padres o un ataque, pueden ser un factor desencadenante[1]. En el DSM-5 la agorafobia se clasifica como una fobia junto con las fobias específicas y la fobia social. [1] [3] Otras afecciones que pueden producir síntomas similares son la ansiedad por separación, el trastorno de estrés postraumático y el trastorno depresivo mayor.[1] Se ha demostrado que el diagnóstico de agorafobia es comórbido con la depresión, el abuso de sustancias y la ideación suicida.[6] [7]