Bigorexia
Todos los adolescentes corren el riesgo de sufrir algún grado de insatisfacción corporal. Como el físico de los adolescentes cambia tan rápidamente, la conciencia de la imagen corporal es una parte natural de la adolescencia. Pero para algunos adolescentes, la atención a la imagen corporal se convierte en algo que lo consume todo. Los adolescentes que padecen una enfermedad conocida como bigorexia están obsesionados con el culturismo y el aumento de la musculatura.
La bigorexia es un trastorno mental que afecta principalmente a los adolescentes y a los hombres jóvenes. Se asocia con la ansiedad y la depresión, el abuso de sustancias (concretamente el uso de esteroides anabólicos), los trastornos alimentarios y los problemas con la escuela, el trabajo y las relaciones.
La bigorexia obsesiva, más conocida como dismorfia muscular, es una forma de dismorfia corporal que se centra en la obsesión por los músculos. (El término dismorfia proviene de la palabra griega que significa “deformidad” o “fealdad”).
Las personas con dismorfia muscular creen que son pequeñas y delgadas, a pesar de ser típicamente o incluso inusualmente musculosas. Se ejercitan compulsivamente y controlan su dieta para aumentar su musculatura. Al igual que otras formas de adicción al comportamiento, la dismorfia muscular se considera un tipo de trastorno obsesivo compulsivo.
¿Qué es la vigorexia?
La bigorexia es definida por el Manual de Diagnóstico y Estadística (DSM-5) como un trastorno dismórfico corporal que desencadena una preocupación por la idea de que su cuerpo es demasiado pequeño o poco musculoso. Cuando se padece bigorexia, se tiene una fijación con la idea de que hay algo malo en el aspecto del cuerpo.
¿Qué creen los enfermos de bigorexia?
A veces denominada “bigorexia” o “anorexia inversa”, las personas con dismorfia muscular creen que su cuerpo es demasiado pequeño, delgado o insuficientemente musculado, aunque lo cierto sea lo contrario.
Bigorexia bbc
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La preocupación por la imagen corporal entre los hombres es cada vez más frecuente y puede tener un grave impacto en la salud mental. Se calcula que uno de cada diez hombres jóvenes que van al gimnasio en el Reino Unido tiene problemas de imagen corporal que pueden dar lugar a un trastorno mental conocido como dismorfia muscular.
Aunque los investigadores están empezando a comprender las complejidades de este trastorno, parece que los hombres jóvenes se ven afectados por él en mayor medida que otras poblaciones. Se cree que hay muchas razones para ello, pero los investigadores han descubierto que la presión de los medios de comunicación y las redes sociales, junto con las ideas cambiantes de la masculinidad, pueden ser las principales causas.
A veces denominada “bigorexia” o “anorexia inversa”, las personas con dismorfia muscular creen que su cuerpo es demasiado pequeño, delgado o insuficientemente musculado, aunque lo cierto sea lo contrario. Esta visión distorsionada provoca una preocupación por volverse demasiado musculoso y delgado, lo que a menudo conduce al desarrollo de hábitos peligrosos, como el entrenamiento con pesas excesivo, las dietas restrictivas y el uso de sustancias como los esteroides anabolizantes. También puede provocar ansiedad y depresión y puede afectar a su vida cotidiana.
Bigorexia en las mujeres
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La preocupación por el desarrollo muscular puede implicar una alteración de la imagen corporal similar a la anorexia. La bigorexia (dismorfia muscular) afecta actualmente a cientos de miles de hombres. Para algunos hombres, el desarrollo muscular es una preocupación tan completa que se perderán eventos importantes, seguirán entrenando a pesar del dolor o las fracturas, e incluso perderán su trabajo antes que interrumpir su programa de desarrollo físico.
El término “dismorfia muscular” se acuñó en la década de 1990 para describir esta nueva forma de trastorno. Otras personas se refieren a la condición como “anorexia inversa”, y ahora más comúnmente “bigorexia”. Se desconocen las causas y los investigadores la conceptualizan de diferentes maneras. Algunos creen que debe considerarse como un trastorno alimentario, otros como una adicción al comportamiento y otros como un tipo de trastorno dismórfico corporal. Algunos creen que un factor importante es que los medios de comunicación ejercen el mismo tipo de presión sobre los hombres para que se ajusten a una forma ideal, como ha ocurrido con las mujeres durante años.
Vigorexia en español
La dismorfia muscular consiste en la creencia de una persona de que su cuerpo está insuficientemente musculado y que debe mejorar constantemente su aspecto. La búsqueda de la mejora del propio cuerpo ocupa cantidades desmesuradas de tiempo y esfuerzo, lo que lleva a descuidar otros aspectos de la vida cotidiana para centrarse en el control del peso, las rutinas de ejercicio y un régimen dietético estricto. También es frecuente el uso de esteroides anabolizantes para aumentar el tono muscular.
La idealización social y cultural del cuerpo masculino y femenino puede hacer que algunas personas desarrollen un complejo de inferioridad. Cada vez son más las personas que sufren numerosos trastornos alimentarios, entre ellos la dismorfia muscular, aunque estadísticamente los hombres de entre 25 y 35 años son los más afectados por este trastorno.
El tratamiento de la dismorfia muscular depende de la gravedad del trastorno. En el caso de los síntomas relativamente leves, el médico de cabecera puede recomendar la derivación a un tipo de terapia hablada denominada terapia cognitivo-conductual (TCC). Si los síntomas son más graves, puede recetar un antidepresivo, solo o en combinación con la TCC.