Cómo perdonar y dejar ir
El perdón se ve a menudo como el final “feliz para siempre” de una historia de maldad o injusticia. Alguien hace daño, el arco típico va, pero finalmente ve el error de sus formas y ofrece una disculpa sincera. “¿Podrás perdonarme alguna vez?” Entonces tú, la persona perjudicada, te enfrentas a una elección: mostrarle misericordia -concediéndote la paz en el proceso- o guardarle rencor para siempre. La elección es tuya, y muchos suponemos que empieza con el remordimiento y la petición de gracia.
Es razonable esperar una disculpa cuando eres tú quien ha sido herido o traicionado. Pero en la práctica no es así. De hecho, la terapeuta Harriet Lerner escribe en su libro Why Won’t You Apologize? Healing Big Betrayals and Everyday Hurts (¿Por qué no te disculpas?: Cómo curar las grandes traiciones y las heridas cotidianas), que cuanto peor sea la ofensa, más difícil será conseguir una disculpa de la persona que te ha hecho daño. En esos casos, escribe Lerner, “su vergüenza lleva a la negación y al autoengaño que anula su capacidad de orientarse hacia la realidad”. Y más allá de esto, hay otras razones por las que podrías ser incapaz de obtener la disculpa que mereces. Tal vez la otra persona no es consciente del daño que te hizo, o ha desaparecido, haciendo imposible el contacto, o ha muerto.
Cómo perdonarse a sí mismo por cosas horribles
Cómo perdonar a alguien : Kit de vida Decidir perdonar es un gran paso. Después de todo, ¡tú eres el que ha sido perjudicado! Pero resulta que perdonar a alguien realmente tiene beneficios para tu salud mental. La práctica del perdón radical puede ayudarte a procesar el dolor y la ira y, en última instancia, a encontrar la paz.
Contrariamente a la opinión popular, la práctica del perdón no consiste en condonar o excusar el trato injusto y otros comportamientos perjudiciales. No se trata de obtener una disculpa o una muestra de remordimiento de la parte ofendida. Y, a pesar de lo que se representa en películas, novelas, poemas y canciones de amor, no se trata necesariamente de reconciliación. Es cierto que volver a conectar con los seres queridos puede ser un maravilloso subproducto del perdón, pero no es un requisito, ni siquiera un objetivo en algunos casos, especialmente si al hacerlo se sufre más daño.
“La versión ampliada del perdón que me gusta enseñar es un profundo, a nivel del alma, dejar ir nuestro dolor, nuestra pena, nuestro sufrimiento”, dice Holub. “Y lo hacemos porque queremos ser libres. Lo hacemos porque queremos estar sanos y queremos tener paz mental”. Sin el perdón, los resentimientos acumulados se cobran un peaje, dice la entrenadora del perdón Kym Kennedy. “Esas emociones se convierten en enfermedad”, dice. “Simplemente lo reprimimos, y eso se vuelve tóxico… se vuelve disfuncional”. Kennedy se convirtió en una entrenadora de perdón certificada en 2008 después de leer Radical Forgiveness, del difunto Colin Tipping. Su método es sólo una forma de practicar el perdón (que, por cierto, se ha demostrado que mejora la salud mental). Estos consejos se inspiran en la obra de Tipping:
Historias sobre el perdón
Cuando alguien te hace daño, puede parecerte bien aferrarte a la ira y el resentimiento que pueden surgir tras sus acciones. Sin embargo, perdonar a los demás puede beneficiarte tanto mental como físicamente, y puede ayudarte a dejar de pensar en lo que hizo la otra persona[1].
Perdonarse a uno mismo por haber herido a otra persona es otra tarea difícil, y puede parecer incluso más difícil que perdonar a un amigo o a un familiar. Con un poco de paciencia y compasión, puedes aprender a perdonarte a ti mismo o a los demás y dejar de sentirte enfadado, herido o resentido.
Resumen del artículoSi quieres perdonar, recuerda ser paciente contigo mismo. El perdón no siempre llega rápidamente, y mereces tomarte un tiempo para procesar tus sentimientos hasta que estés listo para perdonar. Mientras procesas tus emociones, puedes intentar cambiar tu perspectiva de la situación para ayudarte a soltar los pensamientos y emociones negativas. Para ello, puedes preguntarte cosas como: “¿Merece la pena dedicarle tiempo a esto?” y “¿Me impiden mis sentimientos seguir adelante?”. Como perdonar a alguien significa permitirle que se gane de nuevo tu confianza, debes darle la oportunidad de demostrarte que es sincero y que merece tu perdón. Por ejemplo, si te invitan al cine, puedes aceptar y ver si se esfuerzan por llegar a tiempo y tratarte con respeto. Para más consejos de nuestro coautor, incluyendo cómo aceptar las disculpas de alguien, sigue leyendo.
Cómo perdonar a alguien que te ha hecho daño
A veces el daño es muy profundo, como cuando un cónyuge o un padre traicionan nuestra confianza, o cuando somos víctimas de un delito, o cuando hemos sido duramente intimidados. Cualquiera que haya sufrido una herida grave sabe que cuando nuestro mundo interior está muy alterado, es difícil concentrarse en otra cosa que no sea nuestra agitación o dolor. Cuando nos aferramos al dolor, quedamos cojos emocional y cognitivamente, y nuestras relaciones se resienten.
El perdón es una fuerte medicina para esto. Cuando la vida nos golpea con fuerza, no hay nada tan eficaz como el perdón para curar las heridas profundas. No habría pasado los últimos 30 años de mi vida estudiando el perdón si no estuviera convencido de esto.
Muchas personas tienen conceptos erróneos sobre lo que significa realmente el perdón y pueden evitarlo. Otros pueden querer perdonar, pero se preguntan si realmente pueden hacerlo. El perdón no es necesariamente fácil, pero es posible para muchos de nosotros, si tenemos las herramientas adecuadas y estamos dispuestos a esforzarnos.
A continuación se presenta un esquema de los pasos básicos para seguir un camino de perdón, adaptado de mi nuevo libro, 8 claves para el perdón. Mientras lees estos pasos, piensa en cómo podrías adaptarlos a tu propia vida.