Folía cerebelosa
El cerebelo (“cerebro pequeño”) es una estructura que se encuentra en la parte posterior del cerebro, subyacente a los lóbulos occipital y temporal de la corteza cerebral (Figura 5.1). Aunque el cerebelo representa aproximadamente el 10% del volumen del cerebro, contiene más del 50% del número total de neuronas del cerebro. Históricamente, el cerebelo se ha considerado una estructura motora, porque los daños cerebelosos provocan alteraciones en el control motor y la postura, y porque la mayoría de las salidas del cerebelo se dirigen a partes del sistema motor. Las órdenes motoras no se inician en el cerebelo, sino que éste modifica las órdenes motoras de las vías descendentes para que los movimientos sean más adaptables y precisos. El cerebelo participa en las siguientes funciones
Mantenimiento del equilibrio y la postura. El cerebelo es importante para realizar ajustes posturales con el fin de mantener el equilibrio. A través de su entrada de receptores vestibulares y propioceptores, modula las órdenes a las neuronas motoras para compensar los cambios de posición del cuerpo o los cambios de carga en los músculos. Los pacientes con daños cerebelosos sufren trastornos del equilibrio y a menudo desarrollan estrategias posturales estereotipadas para compensar este problema (por ejemplo, una postura amplia).
¿Cuántas partes tiene el cerebelo?
El cerebelo consta de dos partes principales (Figura 5.2A). Los núcleos profundos cerebelosos (o núcleos cerebelosos) son las únicas estructuras de salida del cerebelo. Estos núcleos están envueltos por una lámina de tejido muy enrevesada llamada corteza cerebelosa, que contiene casi todas las neuronas del cerebelo.
¿Cuáles son las 4 partes del cerebro?
Cada hemisferio cerebral (partes del cerebro) tiene cuatro secciones, llamadas lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.
¿De qué se compone el cerebelo?
El cerebelo consta de una corteza que cubre la materia blanca, así como de un ventrículo lleno de líquido. También está dividido en dos hemisferios como la corteza cerebral. Hay dos partes principales del cerebelo: Corteza cerebelosa: Una capa de tejido plegado que contiene la mayoría de las neuronas del cerebelo.
Hipoplasia cerebelosa
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El cerebelo es la parte del cerebro encargada de coordinar los movimientos voluntarios. También es responsable de una serie de funciones que incluyen habilidades motoras como el equilibrio, la coordinación y la postura.
Cuando se observa el cerebro, el cerebelo parece una estructura más pequeña separada del cerebro, que se encuentra debajo de los hemisferios de la corteza cerebral. El cerebelo consta de una corteza que cubre la materia blanca, así como de un ventrículo lleno de líquido. También está dividido en dos hemisferios como la corteza cerebral.
El cerebelo recibe información de otras regiones del cerebro y del sistema nervioso, como el tronco cerebral, la médula espinal y el cerebro. El cerebelo utiliza esta información para coordinar y controlar los movimientos voluntarios.
Histología del cerebelo
El cerebelo (en latín: “pequeño cerebro”) es una región del cerebro que desempeña un importante papel en la integración de la percepción sensorial y la producción motora. Numerosas vías neuronales conectan el cerebelo con la corteza motora -que envía información a los músculos para que se muevan- y el tracto espinocerebeloso -que proporciona información sobre la posición del cuerpo en el espacio (propiocepción)-. El cerebelo integra estas vías y utiliza la información constante sobre la posición del cuerpo para afinar los movimientos motores.
Debido a esta función de “actualización” del cerebelo, las lesiones en su interior no son tan debilitantes como para causar parálisis, sino que se presentan como déficits de retroalimentación que dan lugar a trastornos en los movimientos finos, el equilibrio, la postura y el aprendizaje motor. Las primeras observaciones de los fisiólogos durante el siglo XVIII indicaban que los pacientes con daños cerebelosos mostraban problemas de coordinación motora y movimiento. La investigación sobre la función cerebelosa a principios y mediados del siglo XIX se realizó mediante estudios de lesión y ablación en animales. Los fisiólogos investigadores observaron que dichas lesiones daban lugar a animales con movimientos extraños, marcha torpe y debilidad muscular. Estas observaciones y estudios llevaron a la conclusión de que el cerebelo era una estructura de control motor[1]. Sin embargo, las investigaciones modernas muestran que el cerebelo tiene un papel más amplio en una serie de funciones cognitivas clave, como la atención y el procesamiento del lenguaje, la música y otros estímulos sensoriales temporales.
Función del cerebelo
El cerebelo tiene la apariencia de una estructura separada unida a la parte inferior del cerebro, metida debajo de los hemisferios cerebrales. La superficie del cerebelo está cubierta de surcos paralelos finamente espaciados, lo que contrasta con las amplias circunvoluciones irregulares de la corteza cerebral.
Estos surcos paralelos ocultan el hecho de que el cerebelo es en realidad una fina capa continua de tejido (la corteza cerebelosa), fuertemente plegada al estilo de un acordeón. Esta fina capa contiene varios tipos de neuronas con una disposición muy regular, sobre todo células de Purkinje y células granulares. Esta compleja red neuronal da lugar a una enorme capacidad de procesamiento de señales, pero casi toda su salida se dirige a un conjunto de pequeños núcleos cerebelosos profundos situados en el interior del cerebelo.
El cerebelo está separado del cerebro por una capa de duramadre coriácea. Los anatomistas clasifican el cerebelo como parte del metencéfalo, que también incluye el puente de Varolio, y todas sus conexiones con otras partes del cerebro pasan por el puente de Varolio. El metencéfalo es la parte superior del rombencéfalo o cerebro posterior. Al igual que la corteza cerebral, el cerebelo está dividido en dos hemisferios. También contiene una zona estrecha en la línea media llamada vermis. Por convención, un conjunto de grandes pliegues divide la estructura general en 10 lobulillos más pequeños. Debido a su gran número de diminutas células granulares, el cerebelo contiene más neuronas que el resto del cerebro junto, pero sólo comprende el 10% del volumen cerebral total.