Los mejores suplementos para el dolor articular de la menopausia
¿Siente algún que otro “ay” o “uf” en su vida diaria? Si es así, no está sola. Muchas mujeres dicen tener dolores musculares y articulares (“dolor musculoesquelético”) durante la transición a la menopausia.
Si tienes una enfermedad articular subyacente, puede ser difícil distinguir entre los dolores de la menopausia y los de la artritis. Aunque tener dolores y molestias no significa necesariamente que se tenga artritis, es esencial saber cuándo pedir más ayuda y asesoramiento.
Durante la menopausia, las mujeres pueden ser más propensas a padecer artrosis (sobre todo en las manos) y posiblemente artritis reumatoide. La artrosis está causada por el desgaste de las articulaciones. En cambio, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. Esto significa que el sistema inmunitario (que suele luchar contra las infecciones) ataca por error a las células que recubren las articulaciones, haciendo que éstas se hinchen, se pongan rígidas y duelan.
Es probable que los estrógenos desempeñen un papel importante en la aparición de dolores musculoesqueléticos en la menopausia. El estrógeno afecta al cartílago, que es el tejido conectivo de las articulaciones, así como al recambio óseo (la sustitución natural del hueso en el cuerpo), por lo que puede desempeñar un papel en la inflamación y el dolor. Se ha demostrado que la sustitución de los estrógenos con la THS beneficia a todas estas áreas (para más información sobre el tratamiento, véase más abajo)[1].
Efectos secundarios de la Hrt
El dolor articular es uno de los síntomas más comunes de la menopausia y puede ser uno de los más debilitantes, ya que reduce la movilidad y la flexibilidad. A continuación, analizo las causas del dolor articular en la menopausia y cómo tratar y prevenir los dolores articulares mediante sencillos cambios en el estilo de vida y la dieta, terapias naturales y suplementos.
Aunque los dolores y la rigidez de las articulaciones son inevitables a medida que envejecemos, cuando las mujeres se acercan a la menopausia, normalmente entre los 45 y los 55 años, muchas se sorprenden al descubrir que el dolor articular es uno de los síntomas más comunes, junto con los sofocos, los sudores nocturnos, los cambios de regla y los cambios de humor.
Se cree que la disminución de los niveles de estrógeno es una de las principales causas del dolor articular durante la menopausia. Al llegar a la menopausia, los niveles de estrógeno en el cuerpo comienzan a disminuir. Los estrógenos se encargan de regular los niveles de líquido en el cuerpo; por lo tanto, si los niveles de esta hormona son bajos, el cuerpo tiene menos capacidad para retener el agua, lo que puede afectar a la hidratación y lubricación de los tejidos articulares, incluidos los cartílagos, ligamentos y tendones.
Dolor muscular en la menopausia
No es infrecuente experimentar dolor articular con la edad, pero las investigaciones sugieren que las mujeres menopáusicas se ven afectadas de forma desproporcionada (1). En la época de la menopausia, más de la mitad de las mujeres manifiestan diversos grados de dolor en las articulaciones, que alcanzan su punto máximo entre los 45 y los 55 años (2).
Hay muchas explicaciones posibles: las hormonas, por supuesto, desempeñan un papel, pero también lo hacen otros factores en esta etapa de la vida, como el aumento de peso, el estrés y la deshidratación. Aquí exploramos la relación entre la menopausia y el dolor articular.
Una teoría es que los estrógenos ayudan a regular los niveles de líquidos en el cuerpo. Por lo tanto, si las cantidades circulantes de estrógenos son bajas, el cuerpo no puede retener tanta agua, lo que puede afectar a la lubricación de los tejidos articulares.
Se llega a la menopausia cuando se deja de menstruar durante 12 meses consecutivos. En ese momento, los estrógenos dejan de oscilar y descienden repentinamente. Debido a este brusco descenso, es posible que siga experimentando dolor en las articulaciones después de la menopausia.
Dicho esto, puede ser difícil determinar si la caída de los estrógenos es siempre la responsable del dolor articular posmenopáusico, ya que este periodo también coincide con el aumento de los casos de artrosis relacionada con la edad (5).
Holland y Barrett
Las personas mayores, en particular, están familiarizadas con el dolor articular. Esta dolencia suele ser un síntoma de artrosis, un desgaste de las articulaciones. Otras causas son el reumatismo, la gota o la falta de estrógenos durante la menopausia. En principio, puede afectar a cualquier articulación, pero la artralgia es más frecuente en los dedos, la rodilla o la cadera.
El hecho de que las mujeres produzcan menos estrógenos durante la menopausia también afecta a las articulaciones. Cuando los niveles de estrógeno descienden, la circulación sanguínea se ralentiza, lo que reduce el suministro de nutrientes. Además, el dolor se siente con más fuerza porque las hormonas que normalmente alivian la sensación de dolor escasean. Por ello, muchas mujeres en la menopausia luchan contra el dolor articular o la rigidez de las articulaciones por la mañana. En estos casos, la respuesta es el movimiento: los ejercicios específicos alivian el dolor y favorecen la circulación sanguínea.
Un indicio de que una deficiencia de estrógenos es la causa del dolor articular puede derivarse del historial médico de la mujer. Si nunca había tenido problemas con sus articulaciones antes de la menopausia, la falta de hormonas es la causa más probable. No obstante, es aconsejable acudir al médico si el dolor es intenso. Aunque la terapia hormonal sustitutiva podría aportar rápidamente claridad, los riesgos para la salud que conlleva hacen que se deba consultar primero a un médico.