Impacto social de la menopausia
Los cambios de humor durante la perimenopausia y la menopausia suelen ser leves. “Los síntomas depresivos más leves se han relacionado claramente con los cambios hormonales”, dice el Dr. Joffe. Por ejemplo, Joffe fue la autora principal de un estudio publicado en 2019 en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism que vinculó un aumento de los síntomas de depresión en la perimenopausia con las fluctuaciones de dos hormonas, la progesterona y el estradiol (la forma más potente de estrógeno). Pero cuando se trata de la depresión mayor (la forma más grave de depresión clínica), la relación con los cambios hormonales femeninos no está clara.
La gran mayoría de las mujeres que desarrollan problemas de ánimo importantes durante la perimenopausia los han tenido en el pasado. Es relativamente raro que alguien sin antecedentes de depresión o ansiedad desarrolle de repente un caso grave en la menopausia, dice el Dr. Joffe. Además, la mediana edad -cuando se produce la menopausia- es un momento en el que las mujeres a veces se enfrentan a múltiples fuentes de estrés, como el cuidado de los hijos, la atención a los padres mayores y la navegación por los cambios de la vida, todo lo cual puede contribuir a la incidencia de la depresión y la ansiedad a esta edad.
Salud mental en la menopausia
La transición a la menopausia se reconoce desde hace tiempo como un momento importante en la vida de las mujeres durante el cual aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental. Durante muchos años, se ha teorizado que este mayor riesgo se debía al dolor de las mujeres por la pérdida de su fertilidad (1) o que el estado de ánimo depresivo se desencadenaba por el “síndrome del nido vacío”, ya que la descendencia adulta se alejaba del hogar familiar (2); sin embargo, estas teorías obsoletas se han disipado y abandonado desde entonces. Un modelo biopsicosocial ha sustituido a estas teorías y destaca el papel clave de los cambios hormonales durante la transición a la menopausia y el impacto directo que estos cambios tienen en el cerebro (3), así como el papel que desempeñan en el desencadenamiento de los molestos síntomas de la menopausia, como los sofocos, los trastornos del sueño, la sequedad vaginal y las quejas cognitivas, lo que a su vez repercute negativamente en la calidad de vida (4-6).
El actual tema de investigación “La psicología de la menopausia” se basa en esta comprensión más contemporánea de la transición de la menopausia de varias maneras. Por ejemplo, el estudio de Grub et al. mejora nuestra comprensión de los cambios hormonales ováricos que tienen lugar durante la transición a la menopausia. En concreto, en su estudio, Grub et al. midieron las hormonas ováricas y del estrés en múltiples ocasiones a lo largo de la transición de la menopausia e hicieron varias observaciones interesantes. En primer lugar, hubo una gran variabilidad intra e interindividual en los niveles hormonales, lo que confirma que la trayectoria longitudinal de los cambios hormonales que se producen en la transición de la menopausia es muy individual y en gran medida impredecible. En segundo lugar, se observó que los niveles de estradiol y progesterona eran similares en la transición temprana y tardía de la menopausia. Este nuevo hallazgo plantea la cuestión de por qué, a la luz de esta similitud en el entorno hormonal, los síntomas depresivos han sido generalmente más frecuentes en la transición tardía de la menopausia que en la temprana (7). Es necesario realizar más estudios para investigar esta cuestión.
Efectos psicológicos de la menopausia pdf
Se excluyeron los artículos que no estaban en inglés o en persa y si no se disponía del texto completo.Se pidió a dos autores que leyeran el título y el resumen de los estudios obtenidos y que leyeran finalmente los textos completos para decidir qué artículos habían cumplido los criterios para ser incluidos en la presente revisión integradora. Las variables de interés fueron el nombre del primer autor, el año, el país, el diseño del estudio y los resultados del mismo. Para evaluar los artículos, se utilizó la herramienta STROBE (Strengthening the Reporting of Observation Studies in Epidemiology) y la herramienta COREQ (Consolidated Criteria for Reporting Qualitative Research). Tras eliminar los estudios repetidos (n=250), se evaluaron los 2800 artículos restantes y se excluyeron otros 1050 estudios irrelevantes. De los 1750 trabajos restantes, también se eliminaron 1710 artículos por no ser elegibles, y finalmente se incluyeron en el análisis 40 artículos de texto completo (Figura 1). La tabla 2 muestra los artículos que se incluyeron en el presente estudio.
Psicología de la menopausia
Helen, del norte de Devon, es profesional del bienestar psicológico en el Devon NHS Partnership Trust y trabaja con pacientes con problemas de salud física de larga duración que también pueden tener problemas de salud mental como ansiedad y depresión.
Esta mujer de 57 años afirma que la menopausia le pasó factura a su propio bienestar mental en algunos momentos y aceptó compartir sus experiencias con la esperanza de concienciar sobre la relación entre la menopausia y la salud mental.
La menopausia puede afectar a la salud de la mujer tanto física como psicológicamente, sobre todo debido a la disminución de la hormona estrógeno en el cuerpo. Además de los sofocos, los sudores y el cansancio, las hemorragias abundantes y la sequedad vaginal, algunas mujeres experimentan también síntomas emocionales y psicológicos como ansiedad, irritabilidad, falta de concentración y baja autoestima, que a menudo pueden confundirse con la depresión.
Helen espera que otras mujeres que experimenten síntomas similares, como bajo estado de ánimo, ansiedad y “niebla cerebral”, no piensen inmediatamente que también “se están volviendo locas”, sino que estos problemas pueden estar relacionados con los cambios hormonales del cuerpo y, lo que es más importante, pueden tratarse y se pasarán.