Terapia de exposición para la fobia específica
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias simplemente se producen en personas propensas a tenerlas.
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
Medicación para el tratamiento de fobias específicas
terapia de exposición in vivo. Los agentes farmacológicos se investigan únicamente como complementos de la terapia de exposición, pero los efectos son inconsistentes; el propranolol y el glucocorticoide pueden ser prometedores. Un puñado de terapias cognitivas diseñadas para alterar las vías de activación y excitación del miedo de las fobias han presentado resultados preliminares positivos. La heterogeneidad inherente a la fobia específica como trastorno y la variabilidad que la acompaña en las medidas de resultado y los enfoques de intervención siguen siendo un reto para justificar una conclusión clara sobre la eficacia.Palabras clave: Fobia específica, intervención, realidad virtual, tratamiento psicológico, fobiaDesarrollos recientes en la intervención de la fobia específica entre los adultos: una revisión rápidaLa fobia específica, que tiene una prevalencia en la vida del 7,4%, es uno de los trastornos más comunes
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5ª edición (DSM-5) como un marcado temor o ansiedad ante un objeto o situación específicos (por ejemplo, volar, las alturas, los animales, recibir una inyección o ver sangre)
Fobia ataque de pánico
DiagnósticoEl diagnóstico de las fobias específicas se basa en una entrevista clínica exhaustiva y en las pautas de diagnóstico. El médico le preguntará sobre sus síntomas y le hará un historial médico, psiquiátrico y social. Puede utilizar los criterios de diagnóstico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.
TratamientoEl mejor tratamiento para las fobias específicas es una forma de psicoterapia llamada terapia de exposición. A veces, el médico también puede recomendar otras terapias o medicamentos. Entender la causa de una fobia es en realidad menos importante que centrarse en cómo tratar el comportamiento de evitación que se ha desarrollado con el tiempo.
El objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida para que deje de estar limitado por sus fobias. A medida que aprenda a gestionar y relacionarse mejor con sus reacciones, pensamientos y sentimientos, descubrirá que su ansiedad y su miedo se reducen y dejan de controlar su vida. El tratamiento suele dirigirse a una fobia específica cada vez.
Terapia cognitivo-conductual
Una fobia específica es un miedo extremo a un objeto o situación específica que está fuera de proporción con el peligro o la amenaza real. Además, un individuo con una fobia específica se siente angustiado por tener el miedo, o experimenta una interferencia significativa en su vida cotidiana a causa del miedo. Muchas personas tienen miedo a un objeto o una situación concreta, pero la mayoría de las veces no se consideran fobias. Por ejemplo, una persona que tiene un miedo extremo a las arañas no tendría una fobia si la situación se presenta raramente, si no le molesta tener el miedo y si el miedo no interfiere con el funcionamiento. Por otro lado, un individuo con miedo a las arañas que evita con frecuencia actividades como acampar, ir al sótano y trabajar en el jardín, y que tiene problemas para dormir por la noche por el miedo a encontrarse con arañas, podría tener una fobia específica. Otros ejemplos de miedos que podrían considerarse fobias (suponiendo que se cumplan todos los criterios necesarios) son: