Tripofobia real
Existe el miedo, y luego está el miedo irracional. Las fobias no son una cuestión de si se siente o no escalofríos al ver una gran foto de una tarántula, sino que son mucho, mucho más graves. La causa exacta de una fobia no está determinada por la ciencia: pueden desarrollarse como consecuencia de un trauma grave, pero no siempre son el resultado de un trauma. Pero sí que ayuda a entender cómo funciona el miedo en general cuando se aborda el tema de las fobias.
Al igual que el dolor, el estrés y las resacas, el miedo es un sentimiento negativo que, en última instancia, está diseñado para beneficiarnos y para nuestra supervivencia a largo plazo. Cuando tememos algo, suele ser por una buena razón, y nos da un incentivo para mantenernos alejados de ese algo, ya sea un fuego, un lago ligeramente congelado o una multitud de adolescentes borrachos.
En teoría, la epigenética interviene en el miedo -como la aversión natural a las arañas, las serpientes, los escorpiones, los grandes felinos y otros depredadores venenosos o poderosos- a través de un trauma. Este miedo suele poder entrenarse con el tiempo, pero suele existir desde una edad relativamente temprana en la mayoría de las personas (pero no en todas, dependiendo de las experiencias de los antepasados).
Fobias raras
DiagnósticoEl diagnóstico de las fobias específicas se basa en una entrevista clínica exhaustiva y en las directrices de diagnóstico. El médico le preguntará sobre sus síntomas y le hará un historial médico, psiquiátrico y social. Puede utilizar los criterios de diagnóstico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.
TratamientoEl mejor tratamiento para las fobias específicas es una forma de psicoterapia llamada terapia de exposición. A veces, el médico también puede recomendar otras terapias o medicamentos. Entender la causa de una fobia es en realidad menos importante que centrarse en cómo tratar el comportamiento de evitación que se ha desarrollado con el tiempo.
El objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida para que deje de estar limitado por sus fobias. A medida que aprenda a gestionar y relacionarse mejor con sus reacciones, pensamientos y sentimientos, descubrirá que su ansiedad y su miedo se reducen y dejan de controlar su vida. El tratamiento suele dirigirse a una fobia específica a la vez.
Fobias más comunes
Las fobias son miedos constantes y excesivos a un objeto o situación que interfieren en la vida de la persona y/o le causan angustia personal. Las fobias se encuentran entre los tipos más comunes de trastornos psiquiátricos, ya que el 11% de la población sufre una fobia en algún momento de su vida, y el 5,5% de la población sufre una fobia en un periodo determinado de 30 días. Muchas personas aprenden a manejar su fobia con dificultades mínimas. Por ejemplo, una persona con fobia a las arañas puede evitar actividades como la acampada, pero por lo demás no nota un trastorno en su vida. Sin embargo, para las fobias que causan una interferencia notable en la vida, existen tratamientos eficaces que tienen éxito hasta en el 90% de los casos.
La mayoría de las personas admiten que tienen miedo a ciertas cosas, como las serpientes, la sangre y/o hablar en público. Podría decirse que algunos miedos son útiles, ya que nos alertan para que podamos prepararnos ante un posible peligro. El miedo a determinados objetos o situaciones se considera una fobia cuando:
En otras palabras, cuando una persona nota que un miedo específico se interpone en sus actividades rutinarias o en su satisfacción vital, entonces es posible que esté sufriendo una fobia. Las fobias suelen agruparse en una de estas cinco categorías:
Fobia a la pérdida
Una fobia es un trastorno de ansiedad que se define por un miedo persistente y excesivo a un objeto o una situación[1] Las fobias suelen dar lugar a una rápida aparición del miedo y suelen estar presentes durante más de seis meses[1] Las personas afectadas hacen todo lo posible por evitar la situación o el objeto, en un grado mayor que el peligro real que representa[1]. [Si no pueden evitar el objeto o la situación, experimentan una gran angustia[1]. Otros síntomas pueden ser los desmayos, que pueden producirse en la fobia a la sangre o a las lesiones,[1] y los ataques de pánico, que suelen darse en la agorafobia[6]. Alrededor del 75% de las personas con fobias tienen fobias múltiples[1].
Las fobias pueden dividirse en fobias específicas, trastorno de ansiedad social y agorafobia.[1][2] Las fobias específicas se dividen a su vez en ciertos animales, el entorno natural, la sangre o las lesiones y situaciones particulares.[1] Las más comunes son el miedo a las arañas, el miedo a las serpientes y el miedo a las alturas. [7] Las fobias específicas pueden estar causadas por una experiencia negativa con el objeto o la situación en la primera infancia.[1] La fobia social es cuando una persona teme una situación debido a la preocupación de que los demás la juzguen.[1] La agorafobia es un miedo a una situación debido a la percepción de dificultad o incapacidad para escapar.[1]