Ablutofobia
La ablofobia (del español aporofobia, y éste del griego antiguo ἄπορος (áporos), ‘sin recursos, indigente, pobre’, y φόβος (phobos), ‘odio’ o ‘aversión’)[1][2] son actitudes y sentimientos negativos hacia la pobreza y los pobres. Es el asco y la hostilidad hacia las personas pobres, sin recursos o desamparadas[3].
El concepto de aporofobia fue acuñado en los años 90[4][5] por la filósofa Adela Cortina, profesora de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia,[6] para diferenciar esta actitud de la xenofobia, que sólo se refiere al rechazo a los extranjeros, y del racismo, que es la discriminación por grupos étnicos. La diferencia entre la aporofobia y la xenofobia o el racismo es que socialmente no se discrimina ni se margina a los inmigrantes o a los miembros de otras etnias cuando estas personas tienen bienes, recursos económicos y/o relevancia social y mediática[4][7][8].
La aporofobia consiste, por tanto, en un sentimiento de miedo y en una actitud de rechazo a los pobres, a la falta de medios, a los desamparados. Este sentimiento y esta actitud se adquieren[4]Tras una decisión del Parlamento francés el 24 de junio de 2016, se añadió a la lista de discriminaciones prohibidas por la constitución como “discriminación por precariedad social”[cita requerida] Sin embargo, se observó que menos de 20 personas iniciaron acciones judiciales debido a una discriminación de este tipo.
Xantofobia
La crometofobia es el miedo extremo al dinero. También conocida como chrematofobia, abarca desde el miedo a gastar dinero y el miedo a pensar en el dinero, hasta incluso el miedo a tocar el dinero.
La mayoría de nosotros hemos luchado contra el estrés financiero en algún momento de nuestras vidas. Una cuarta parte de los estadounidenses afirma que se preocupa por el dinero todo o casi todo el tiempo. Esto tiene sentido si tenemos en cuenta que cuatro de cada cinco estadounidenses están endeudados y que alrededor del 15% de los hogares tienen un patrimonio neto negativo. Seamos sinceros: el dinero y las deudas pueden dar mucho miedo.
Sin embargo, la crometofobia lleva este miedo ordinario al dinero y al gasto al siguiente nivel. Consulte nuestra infografía a continuación para saber más sobre este fenómeno o siga leyendo para profundizar en lo que realmente significa este miedo al dinero, qué lo provoca y cómo puede superarlo.
La crometofobia no es tan común como otras fobias, como la claustrofobia (el miedo a los espacios abarrotados) o la acrofobia (el miedo a las alturas). Sin embargo, al igual que otras fobias, la crometofobia es un miedo anormal e irracional que conlleva una serie de síntomas que varían en gravedad. A continuación se exponen algunos síntomas claros de la crometofobia.
Aritmofobia
La diferencia fundamental entre la gente rica y la media no se encuentra en su educación, suerte, habilidades o elección de inversiones, sino en su mentalidad: “Lo que más frena a la mayoría de la gente a la hora de triunfar son sus pensamientos, creencias y filosofías sobre el dinero”, escribe el millonario hecho a sí mismo y autor de “Cómo piensa la gente rica”, Steve Siebold.
El planificador financiero certificado Douglas Obey se hace eco de esta creencia en su libro “Money & The Human Condition”. En concreto, hay un grave obstáculo que nos impide hacernos ricos: el miedo: “El miedo al rechazo nos impide pedir oportunidades. El miedo al fracaso nos impide trabajar en objetivos para alcanzar nuestros sueños”, escribe. “El miedo al éxito nos impide alcanzar todo nuestro potencial porque, si tenemos éxito, se ha sentado un precedente que se espera que continuemos en el futuro, creando más presión de la que muchos de nosotros nos sentimos capaces de manejar”.
Miedo al dinero
La plutofobia es el miedo irracional a la riqueza. Las personas que padecen esta fobia pueden estar extremadamente aterradas por las personas ricas y poderosas. También puede tener un miedo inmenso a hacerse rico. Aunque la mayoría de la gente probablemente no encontraría mucho problema en hacerse rico, algunas personas le tienen verdadero miedo. Por lo tanto, alguien con plutofobia puede sabotear a propósito su potencial en su carrera haciendo esfuerzos mediocres cada día para asegurarse de que nunca llegue a ser rico.
Su miedo a hacerse rico puede deberse a que prevén una plétora de posibles responsabilidades, presiones y ansiedades que sólo se producirían con un aumento drástico de los ingresos. Pueden temer que, una vez enriquecidos, otras personas se aprovechen de ellos o que sus familiares les presionen para que les apoyen económicamente dándoles grandes sumas de dinero por culpa.
Su plutofobia también puede deberse a su propia paranoia o visión pesimista de las intenciones de otras personas, ya que pueden llegar a temer que les roben, les acosen o les persigan otras personas que envidien su riqueza. Aunque los delincuentes existen, elegir deliberadamente limitar tu propio potencial sólo para “protegerte” de que algún día te roben o te presionen para que le des a un amigo miles de dólares no es racional y puede ser un signo de plutofobia.