El auge de la islamofobia (26 de septiembre de 2017)
Francis Bacon dijo: “Algunos libros son para ser saboreados, otros para ser tragados y unos pocos para ser masticados y digeridos”. En este sentido, el libro de Suroor Ahmad, La obsesión de los judíos entra en la última categoría. Pues, cada página del libro ofrece sustancias bien investigadas que evocan a los lectores a repensar sobre todos los asuntos de Oriente Medio. A diferencia de otros escritores sobre el tema, él ve la situación de forma diferente. Parece reacio a creer que los judíos sean la mayor amenaza para la paz mundial y plantea una pregunta: “¿Cómo una pequeña comunidad inferior al 0,25% puede ser una amenaza para la paz mundial?”. Para él, es el Occidente cristiano el que está detrás de todo este lío.
Irónicamente, no sólo los intelectuales en general, sino también la intelligentsia musulmana en particular, se inclinan a creer que los judíos son capaces de crear desorden, agitación y arruinar a toda la humanidad. Tal creencia no hace sino legitimar la afirmación de estos últimos de que “han nacido para gobernar” y de que son responsables de todo lo que se hace o se rompe. Los obsesionados con esas ideas son daif-ul-iman (de fe débil), dice el escritor sin rodeos. Critica el discurso de Mahathir Muhamad en el que dijo: “Los judíos gobiernan el mundo por delegación y hacen que otros luchen en sus guerras”. Esto es por lo que, argumenta Suroor, quieren ser conocidos. Les encanta que se les considere así. En otro lugar, Suroor escribe: “Sigue siendo un misterio por qué el mundo musulmán cita tanto a los medios sionistas para afirmar que sólo cuatro israelíes murieron en el bombardeo del 11 de septiembre y que sólo un puñado de ellos estaban presentes ese día”. Revela que las fuentes de esta noticia son tres periódicos israelíes -Jerusalem Post, Ha’artez y Yediot Ahronot- además del ABC News, un canal estadounidense dominado por judíos. Sin embargo, no hay que confundir a los israelíes con los judíos estadounidenses.
ODIO A LOS MUSULMANES EN AUSTRALIA | EXPERIMENTO SOCIAL
Este artículo trata sobre el miedo, el odio o los prejuicios hacia los musulmanes o el Islam. Para la persecución religiosa de los musulmanes, véase Persecución de los musulmanes. Para la crítica académica del Islam, véase Crítica del Islam.No debe confundirse con el sentimiento antimediterráneo.
El alcance y la definición precisa del término islamofobia, incluida la relevancia de la raza, es objeto de debate. Algunos estudiosos consideran que es una forma de xenofobia o racismo, otros consideran que la islamofobia y el racismo son fenómenos estrechamente relacionados o parcialmente superpuestos, mientras que otros niegan cualquier relación, principalmente por el hecho de que la religión no es una raza.
Las causas de la islamofobia también son objeto de debate, sobre todo entre los comentaristas que han postulado un aumento de la islamofobia como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre,[7] el ascenso del grupo militante Estado Islámico, otros atentados terroristas en Europa y Estados Unidos perpetrados por extremistas islámicos,[8] los que la asocian con el aumento de la presencia de musulmanes en Estados Unidos y en la Unión Europea, y otros que la consideran una respuesta a la aparición de una identidad musulmana global.
Islamofobia
Además, planteó su preocupación por el hecho de que en los Estados en los que los musulmanes son una minoría, a menudo se les ataca basándose en características “musulmanas” estereotipadas, como los nombres, el color de la piel y la vestimenta, incluida la religiosa, como el pañuelo en la cabeza.
La experta independiente dijo que la discriminación y la hostilidad “islamofóbicas” eran a menudo interseccionales, como cuando “las mujeres musulmanas pueden enfrentarse a una ‘triple penalización’ por ser mujeres, minorías étnicas y musulmanas… Los estereotipos y tropos dañinos sobre los musulmanes y el Islam son reforzados crónicamente por los medios de comunicación dominantes, los políticos poderosos, los influenciadores de la cultura popular y el discurso académico”, añadió.
El rostro del odio | ¿Por qué no está en la cárcel?
Las investigaciones demuestran que Estados Unidos identificó a más de 160 sospechosos y autores de actos terroristas de origen musulmán en la década transcurrida desde el 11-S, lo cual es sólo un porcentaje de los miles de actos de violencia que se producen en Estados Unidos cada año. Es a partir de este conjunto de actos de violencia que “un eficiente sistema de persecución gubernamental y de cobertura mediática lleva a los sospechosos de terrorismo musulmán-americano a la atención nacional, creando la impresión -quizás involuntaria- de que el terrorismo musulmán-americano es más frecuente de lo que realmente es”. No importa que, desde el 11-S, la comunidad musulmana-estadounidense haya ayudado a los funcionarios de seguridad y de las fuerzas del orden a evitar casi dos de cada cinco complots terroristas de Al Qaeda que amenazan a Estados Unidos[1] y que los consejos de la comunidad musulmana-estadounidense sean la mayor fuente de información inicial para las autoridades sobre estos pocos complots[2].
En todo el mundo, muchos musulmanes dicen no sentirse respetados por los occidentales. Porcentajes significativos de varios países occidentales comparten este sentimiento, diciendo que Occidente no respeta a las sociedades musulmanas. En concreto, el 52% de los estadounidenses y el 48% de los canadienses afirman que Occidente no respeta a las sociedades musulmanas. Porcentajes menores de italianos, franceses, alemanes y británicos están de acuerdo.