Fobia a los animales
Nos encanta una buena velada, una bebida fría y una música suave, pero eso es cuando no hay mosquitos de por medio. Estas pequeñas plagas pueden arruinar cualquier salida, haciéndonos picar, dar palmadas y temer su llegada. Sin embargo, ¡la esperanza está ahora en el horizonte! Puedes dejar el spray y las velas en el armario: lo único que necesitas ahora son unos buenos altavoces y el muiscazo adecuado. Sigue leyendo para conocer la música contra los mosquitos.
En un estudio, los científicos han demostrado recientemente que cierta música electrónica puede alejar a los mosquitos (al menos temporalmente), impedir que te piquen e incluso que se multipliquen. Ya se sabe que los insectos reaccionan a las ondas sonoras producidas por la música. Pero el estudio analizó cómo ciertos tipos de música pueden irritar a los insectos específicamente.
Dos grupos de mosquitos hambrientos (10 machos y 10 hembras) fueron encerrados junto a un hámster. El grupo que escuchó la canción de Skrillex “Scary Monsters and Nice Sprites” picó al hámster mucho más tarde que el grupo que no escuchó la música. También se descubrió que los insectos eran menos propensos a aparearse cuando sonaba la música.
Miedo a las serpientes
Cuando esos molestos mordedores no se quieren ir, nuestra colección de ropa y accesorios repelentes de insectos le ayudarán a salir adelante. El tejido, que ofrece una protección inodora contra los mosquitos y otros insectos, es también de rápida absorción, lo que permite que la humedad se evapore rápidamente. Así que, además de protegerle contra las desagradables enfermedades relacionadas con los insectos, tanto en casa como en el extranjero, nuestra gama de ropa repelente de insectos le mantendrá fresco, tranquilo y calmado.
El tejido repelente de insectos de nuestros productos evita tanto las mordeduras como las picaduras, por lo que podrá disfrutar al máximo de sus aventuras de acampada o senderismo sin preocuparse de que le piquen. Nuestra ropa repelente de insectos ofrece la máxima protección contra los mosquitos, permitiéndole dejar los bichos muy atrás y centrarse en su próxima aventura.
No dejes que los temidos mosquitos arruinen tus aventuras de camping o senderismo. Manténgalos alejados con nuestra ropa antimosquitos: el tejido repelente de insectos está incorporado en los productos; al mirar, tocar u oler la ropa, no sabría que es diferente al resto de su vestuario. Elija entre camisas a prueba de mosquitos, pantalones cargo, calcetines y mucho más. Para obtener la máxima protección, utiliza un spray repelente en toda la piel expuesta, así como un FPS. Y no te olvides de meter en la maleta tu mosquitera.
Entomofobia
La entomofobia es una fobia específica caracterizada por un miedo excesivo o irreal a una o más clases de insectos, y clasificada como fobia por el DSM-5.[1] Entre los casos más específicos se encuentran la katsaridafobia (miedo a las cucarachas), la melisofobia (miedo a las abejas), la mirmecofobia (miedo a las hormigas) y la lepidopterofobia (miedo a las polillas y mariposas). Un libro afirma que el 6% de los habitantes de EE.UU. tiene esta fobia[2].
La entomofobia puede desarrollarse de varias maneras. Una de ellas es teniendo una experiencia aterradora o si la persona cree que el insecto es peligroso. Por ejemplo, si la persona cree que una mariposa es venenosa, hará todo lo posible para evitar acercarse a ella.
La entomofobia puede desarrollarse después de que la persona haya tenido una experiencia traumática con el insecto o los insectos en cuestión. Puede desarrollarse a una edad temprana o avanzada y es bastante común entre las fobias a los animales. Normalmente se tiene miedo a un tipo específico de insecto, pero en algunos casos puede abarcar la mayoría, si no todos los demás insectos, y posiblemente otros animales del filo Arthropoda. La entomofobia conlleva cambios de comportamiento: la persona con entomofobia evitará las situaciones en las que pueda encontrarse con el tipo específico de insecto. La terapia cognitivo-conductual se considera un tratamiento eficaz[1].
Miedo a la oscuridad
¿La visión de una cucaracha correteando por el suelo de la cocina le llena de temor? Cuando viaja, ¿se obsesiona con la posibilidad de que el hotel o el centro turístico donde se aloja esté infestado de chinches? ¿Le entra un sudor frío en cuanto detecta el zumbido revelador de algún insecto volador? ¿La mera mención de la palabra “chinche” le evoca imágenes de bichos espeluznantes?
Los amigos y la familia pueden burlarse, y algunos pueden incluso acusarle de ser un cobarde. La vergüenza sólo agrava el problema. ¿Por qué algo tan insignificante debería asustarle tanto? Al fin y al cabo, la mayoría de los bichos son relativamente inofensivos y se eliminan fácilmente con un oportuno pisotón o una inyección de insecticida bien dirigida. Además, muchos insectos son realmente beneficiosos. ¿Quién puede imaginar un jardín sin mariquitas y mariposas, o una noche de verano sin luciérnagas y grillos?
Por muy tranquilizadores que sean en abstracto, los argumentos lógicos no ayudan mucho cuando te encuentras paralizado en presencia de un chinche. Si sus síntomas afectan drásticamente a su capacidad para vivir lo que consideraría una existencia normal, su ansiedad no es cosa de risa. Es posible que sufra de entomofobia, que, según la Revista Turca de Parasitología, es un miedo anormal y persistente a los insectos. Como todas las fobias, la entomofobia (o insectofobia) es una afección que debe tomarse en serio. Al igual que no nos burlaríamos de las personas que sufren ataques de pánico en espacios cerrados (claustrofobia) o cuya ansiedad social es tan grave que no pueden salir de casa (agorafobia), debemos respetar la angustia asociada a la fobia a los insectos.