Odio los botones en la ropa
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La kumpofobia es el miedo a los botones, una afección relativamente rara. Al igual que cualquier otra fobia, el miedo específico puede variar drásticamente entre quienes lo padecen. Algunas personas tienen miedo a la textura de ciertos botones. Otros creen que los botones son algo sucio. Algunos sólo temen tocar o llevar botones, mientras que otros tienen miedo de ver los botones que llevan extraños o amigos.
En realidad, la gente puede sentir asco por los botones en lugar de temerlos activamente. Los investigadores han teorizado que el miedo y el asco están fuertemente relacionados. Si le da asco la textura de algunos botones, puede empezar a tener miedo de manipularlos. Con el tiempo, este temor podría empeorar hasta incluir todos los botones, incluso los de textura diferente. También puede empezar a temer ver botones, aunque no tenga que tocarlos.
Fobia a la pérdida
Koumpounophobia es el término utilizado para describir la fobia a los botones de la ropa.[1] Esta fobia suele provocar sentimientos de miedo y asco cuando los afectados se exponen a los botones, ya sea visual o físicamente.[2] Se estima que menos del uno por ciento de los estadounidenses sufre esta fobia.[3] Las formas más comunes de tratamiento para la koumpounophobia son la terapia conductual y la terapia cognitivo-conductual.[4]
Steve Jobs, el cofundador de Apple Inc. padecía koumpounofobia. Algunos han especulado que su condición influyó en la tendencia a utilizar pantallas táctiles y teclados virtuales en el diseño de los dispositivos de Apple[5].
En 2009, el popular autor Neil Gaiman publicó un tráiler promocional de la película Coraline, basada en su novela[6]. En el tráiler, Gaiman hablaba de la naturaleza de la koumpounofobia y advertía a los afectados sobre el contenido de la película, en la que aparecen personajes con botones en lugar de ojos.
Miedo a ser mirado fijamente
AntecedentesEl condicionamiento clásico fue investigado por Ivan Pavlov. El condicionamiento clásico es el aprendizaje por asociación. Se vinculan dos estímulos (neutro e incondicionado) para producir una nueva respuesta aprendida. Algunos psicólogos creen que las fobias pueden aprenderse y desaprenderse al igual que otros comportamientos. Las fobias pueden ser causadas por el aprendizaje evaluativo, que es un tipo de condicionamiento clásico en el que el individuo forma una asociación entre un estímulo previamente neutro y una emoción negativa.Hepburn y Page (1999) – Page, en su estudio de adultos con fobia a la sangre, encontró que el tratamiento del asco y el miedo de los pacientes les ayudaría a progresar.
Método de investigación, diseño y variablesSe trató de un estudio de casos con un solo participante. Se estudió en profundidad su historia de vida y su tratamiento. Los datos se recogieron mediante medidas de autoinforme. El niño y su madre fueron entrevistados sobre el inicio de su fobia y el comportamiento posterior.
MuestraUn niño hispanoamericano de 9 años. Comenzó a mostrar síntomas desde 4 años antes del inicio del estudio, cuando derribó un bol de botones delante de su clase y su profesor. Se tomó la muestra mediante la técnica de muestreo de oportunidad. El niño y la madre dieron su consentimiento informado para participar y publicar los resultados.
Fobias raras
La NAMI afirma que la terapia conversacional suele ser eficaz en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, como las fobias. Las formas más comunes de terapia conversacional son la terapia conductual y la terapia cognitivo-conductual. La terapia conductual implica técnicas de relajación y la exposición gradual a la cosa o situación que causa la ansiedad. La terapia cognitivo-conductual trata de ayudar a las personas a descubrir por qué reaccionan así y a cambiar los patrones de pensamiento que conducen a esa reacción. La APA afirma que las técnicas de terapia cognitivo-conductual pueden desensibilizar a los pacientes ante los desencadenantes de la ansiedad y ayudarles a enfrentarse a sus miedos.
La exposición a la situación temida puede ser real o imaginaria. Recientemente, la exposición puede hacerse incluso a través de simulaciones por ordenador. Por ejemplo, la APA afirma que la Exposición en Realidad Virtual (ERV) permite al usuario ser un participante activo dentro de un mundo virtual tridimensional generado por ordenador. La ERV puede ser útil en situaciones como el miedo a volar o a las alturas.
Los medicamentos, como los antidepresivos, también pueden utilizarse en los casos en que las fobias interfieren en la capacidad de funcionamiento de una persona. Muchas personas con trastornos de ansiedad también se benefician de unirse a un grupo de autoayuda. La clave es darse cuenta de que no se está solo, que las fobias son un problema muy real y muy común, y que hay ayuda disponible.