Amiguismo
y se refiere a las personas que buscan enriquecerse a costa de los (relativamente) menos favorecidos, suelen tener un desprecio (o no tienen tiempo) por los que tienen menos dinero que ellos. Piensa en El gran Gatsby o El lobo de Wall Street. Los capitalistas, especialmente los capitalistas darwinistas, tenderán a creer que su éxito se debe a la superioridad en la capacidad y que los que tienen menos son de menor capacidad. Esto no debe confundirse con la creencia calvinista de que el éxito terrenal es un signo de la gracia de Dios.
Aporofobia es un neologismo creado por la reconocida filósofa española Adela Cortina para describir el “rechazo a los pobres”. Articula un amplio abanico de fenómenos sociales que configuran la interacción entre los pobres y los no pobres, como la aversión, la antipatía, el desprecio, el asco, el desprecio, el miedo y el odio
El círculo vicioso de la pobreza
ResumenEs normal sentirse nervioso en algunas situaciones sociales. Por ejemplo, tener una cita o hacer una presentación puede provocar esa sensación de mariposas en el estómago. Pero en el trastorno de ansiedad social, también llamado fobia social, las interacciones cotidianas provocan una gran ansiedad, timidez y vergüenza porque se teme ser escudriñado o juzgado negativamente por los demás.
El trastorno de ansiedad social puede ser una enfermedad mental crónica, pero el aprendizaje de habilidades de afrontamiento en psicoterapia y la toma de medicamentos pueden ayudarle a ganar confianza y mejorar su capacidad para interactuar con los demás.
SíntomasLos sentimientos de timidez o incomodidad en determinadas situaciones no son necesariamente signos de trastorno de ansiedad social, especialmente en los niños. Los niveles de comodidad en situaciones sociales varían en función de los rasgos de personalidad y las experiencias vitales. Algunas personas son reservadas por naturaleza y otras son más extrovertidas.
En contraste con el nerviosismo cotidiano, el trastorno de ansiedad social incluye miedo, ansiedad y evitación que interfieren en las relaciones, las rutinas diarias, el trabajo, la escuela u otras actividades. El trastorno de ansiedad social suele comenzar a principios o mediados de la adolescencia, aunque a veces puede empezar en niños más pequeños o en adultos.
Miedo a los bebés
La aporofobia (del español aporofobia, y éste del griego antiguo ἄπορος (áporos), ‘sin recursos, indigente, pobre’, y φόβος (phobos), ‘odio’ o ‘aversión’)[1][2] son actitudes y sentimientos negativos hacia la pobreza y los pobres. Es el asco y la hostilidad hacia las personas pobres, sin recursos o desamparadas[3].
El concepto de aporofobia fue acuñado en los años 90[4][5] por la filósofa Adela Cortina, profesora de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia,[6] para diferenciar esta actitud de la xenofobia, que sólo se refiere al rechazo a los extranjeros, y del racismo, que es la discriminación por grupos étnicos. La diferencia entre la aporofobia y la xenofobia o el racismo es que socialmente no se discrimina ni se margina a los inmigrantes o a los miembros de otras etnias cuando estas personas tienen bienes, recursos económicos y/o relevancia social y mediática[4][7][8].
La aporofobia consiste, por tanto, en un sentimiento de miedo y en una actitud de rechazo a los pobres, a la falta de medios, a los desamparados. Este sentimiento y esta actitud se adquieren[4]Tras una decisión del Parlamento francés el 24 de junio de 2016, se añadió a la lista de discriminaciones prohibidas por la constitución como “discriminación por precariedad social”[cita requerida] Sin embargo, se observó que menos de 20 personas iniciaron acciones judiciales debido a una discriminación de este tipo.
Fobia a la grasa
Sí, sé que “Pobrefobia” no es una palabra, pero creo que es una enfermedad que existe en nuestra sociedad actual. Así que le pondré nombre y lo definiré. La “pobrefobia” es el miedo interiorizado a los pobres, alimentado por hechos limitados mezclados con mitos y estereotipos. La “pobrefobia” puede aumentar en las personas privilegiadas que no tienen una relación significativa con los pobres. Ahora bien, algunas Personas Privilegiadas pueden responder a esta definición diciendo: “Algunos de mis mejores amigos son Pobres”. También pueden decir: “Cuando miro a la gente, no veo a los Pobres, sólo veo su corazón o su carácter”. Estas afirmaciones no son una escapatoria ni una solución a la enfermedad. Son difíciles de soportar cuando cuanto más privilegiado te vuelves la distancia entre Tú y los Pobres aumenta. Esto puede aumentar la enfermedad.
Hablando de enfermedad, hoy me ha ocurrido algo interesante al subir a un avión. Una joven negra con un peinado natural y que llevaba una sudadera con capucha se aclaró la garganta. La mujer blanca mayor que estaba a su lado le preguntó si estaba enferma. Cuando la joven negra respondió: “No” (sin acento de África Occidental, por cierto), la mujer blanca mayor le preguntó si estaba segura. Quería saber con seguridad si tenía que cambiar de asiento o no. La joven negra mostró mucha gracia y paciencia con la mujer blanca mayor. ¿Por qué estaba tan preocupada la mujer blanca mayor? Ahora hay un miedo creciente a que las personas que suponemos que son de una parte pobre y africana del mundo sean portadoras de enfermedades. La “pobrefobia” hace que la gente se pregunte por qué los negros que perciben como pobres y de África tosen. No muestran ningún temor cuando las personas privilegiadas tosen o salen de un baño público en el aeropuerto sin lavarse las manos. Ahora también tenemos miedo de los Misioneros Blancos que se juntan con los Africanos Pobres. No estoy afirmando que no debamos tomarnos en serio la crisis del ébola. Pero por qué no aprovechar este momento para levantarnos como nunca antes para abordar la profunda conexión sistémica entre la pobreza y las epidemias basadas en la enfermedad. En cambio, la enfermedad aumenta.