Las peores fobias
El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por sentimientos de miedo y ansiedad en situaciones sociales, que causan un malestar considerable y un deterioro de la capacidad para funcionar en al menos algunos aspectos de la vida diaria[2]: 15 Estos temores pueden ser desencadenados por el escrutinio percibido o real de los demás. Los individuos con trastorno de ansiedad social temen las evaluaciones negativas de otras personas.
Los síntomas físicos suelen incluir rubor excesivo, sudoración excesiva, temblores, palpitaciones y náuseas. Puede haber tartamudeo y habla rápida. Los ataques de pánico también pueden producirse bajo un miedo y un malestar intensos. Algunas personas afectadas pueden consumir alcohol u otras drogas para reducir los miedos y las inhibiciones en los actos sociales. Es habitual que las personas con fobia social se automediquen de esta manera, especialmente si no están diagnosticadas, no reciben tratamiento o ambas cosas; esto puede conducir a un trastorno por consumo de alcohol, a trastornos alimentarios o a otros tipos de trastornos por consumo de sustancias. A veces se hace referencia al TAS como una enfermedad de oportunidades perdidas en la que “los individuos toman decisiones importantes en su vida para adaptarse a su enfermedad”[3][4] Según las directrices de la CIE-10, los principales criterios diagnósticos de la fobia social son el miedo a ser el centro de atención, o el miedo a comportarse de una manera que resulte embarazosa o humillante, la evitación y los síntomas de ansiedad[5] Se pueden utilizar escalas de clasificación estandarizadas para detectar el trastorno de ansiedad social y medir la gravedad de la ansiedad.
Trastorno de ansiedad
ResumenLas fobias específicas son un miedo abrumador e irracional a objetos o situaciones que suponen poco peligro real pero que provocan ansiedad y evitación. A diferencia de la ansiedad breve que puede sentir al dar un discurso o hacer un examen, las fobias específicas son duraderas, provocan reacciones físicas y psicológicas intensas y pueden afectar a su capacidad para funcionar con normalidad en el trabajo, la escuela o los entornos sociales.
Las fobias específicas se encuentran entre los trastornos de ansiedad más comunes, y no todas las fobias necesitan tratamiento. Pero si una fobia específica afecta a su vida diaria, existen varias terapias que pueden ayudarle a trabajar y superar sus miedos, a menudo de forma permanente.Productos y serviciosMostrar más productos de Mayo Clinic
SíntomasUna fobia específica implica un miedo intenso y persistente a un objeto o situación específica que está fuera de proporción con el riesgo real. Hay muchos tipos de fobias, y no es inusual experimentar una fobia específica a más de un objeto o situación. Las fobias específicas también pueden darse junto con otros tipos de trastornos de ansiedad.
Tratamiento de la ansiedad
Evitar los miedos sólo los hace más temibles. Sea cual sea tu miedo, si te enfrentas a él, debería empezar a desaparecer. Si un día tienes pánico a entrar en un ascensor, por ejemplo, lo mejor es que vuelvas a entrar en él al día siguiente.
Trata de imaginar lo peor que puede pasar: tal vez sea entrar en pánico y tener un ataque al corazón. Después, intenta pensar en que te va a dar un ataque al corazón. No es posible. El miedo huirá cuanto más lo persigas.
A veces ayuda desafiar los pensamientos de miedo. Por ejemplo, si tienes miedo de quedarte atrapado en un ascensor y asfixiarte, pregúntate si alguna vez has oído que esto le haya ocurrido a alguien. Pregúntate qué le dirías a un amigo que tuviera un miedo similar.
Tómate un momento para cerrar los ojos e imaginar un lugar seguro y tranquilo. Puede ser una imagen de ti caminando por una hermosa playa, o acurrucado en la cama con el gato a tu lado, o un recuerdo feliz de la infancia. Deja que los sentimientos positivos te tranquilicen hasta que te sientas más relajado.
También puede probar un enfoque de terapia cognitivo-conductual por teléfono, con un servicio como NHS Living Life. Si quiere saber más sobre este servicio con cita previa, puede visitar la página web de Living Life o llamar al 0800 328 9655 (de lunes a viernes, de 13 a 21 horas).
Las fobias más comunes
Las personas se ponen ansiosas cuando tienen que enfrentarse a una situación muy estresante, como hacer un examen, ir a una entrevista de trabajo o casarse. Cuando uno está ansioso y estresado, el cuerpo reacciona: las manos se ponen húmedas, el corazón late un poco más rápido e incluso puede sentirse mareado. Algunas personas se preocupan por el miedo y la preocupación, y los sentimientos intensos de ansiedad continúan. Si esto ocurre, el individuo puede padecer un trastorno de ansiedad.
Uno de cada seis canadienses sufre un trastorno de ansiedad. La ansiedad puede adoptar la forma de trastorno de pánico, fobia o trastorno obsesivo-compulsivo. Sin tratamiento, la salud física, mental y emocional del individuo puede estar en peligro. Los trastornos de ansiedad también pueden conducir al abuso de alcohol y/o drogas, a problemas familiares, a la depresión y, en algunos casos, al suicidio.
Durante un ataque de pánico pueden aparecer sensaciones como sudoración, náuseas, temblores y entumecimiento de las piernas o las manos, mareos, sofocos, sensación de opresión en el pecho, hiperventilación, piernas de gelatina o visión borrosa. Las personas pueden incluso sentir que van a morir de un ataque al corazón o perder el control de sus funciones corporales. Estas intensas sensaciones de pánico no suelen durar mucho tiempo y la mayoría de las personas consideran que se trata de un “susto” momentáneo. Sin embargo, algunas personas se agitan mucho y desarrollan un miedo a que se repita. Si un individuo tiene más de cuatro ataques de pánico en un mes o un ataque de pánico ocurre cuando el individuo no está en una situación de ansiedad o estrés, es probable que tenga un trastorno de pánico. Los individuos susceptibles de sufrir ataques de pánico son más propensos a estar preocupados por la enfermedad, la muerte o la pérdida de control.