Tratamiento natural de las mioclonías
El nervio ciático es el nervio más largo presente en nuestro cuerpo que se extiende desde la parte inferior de la espalda hasta la parte posterior de cada pierna. Cuando este nervio se comprime o se irrita, causa dolor, y la condición se llama como ciática. El dolor se suele sentir en las nalgas y las piernas. Aunque el dolor asociado a esta afección es intenso, en la mayoría de los casos el dolor puede desaparecer de forma natural, pero en unos pocos, puede durar un año o más y puede requerir cirugía.
El dolor es el síntoma principal y común de la ciática. Va de leve a intenso y puede empeorar al estornudar, toser o estar sentado durante mucho tiempo. Otros síntomas de la ciática son el entumecimiento, la sensación de hormigueo que se irradia desde la parte baja de la espalda a una o ambas piernas, y finalmente a los dedos de los pies.
Una “hernia discal” es la causa común de la ciática, que se produce cuando uno de los discos presentes entre los huesos de la columna o las vértebras se daña y presiona los nervios. Sin embargo, aún se desconoce la razón del daño. A medida que se envejece, los discos se vuelven menos flexibles y más propensos a romperse.
Vídeo de mioclonías espinales
Mioclonía es el término médico que designa las sacudidas repentinas, rápidas, breves e involuntarias de un músculo o grupo de músculos. Estos movimientos en forma de sacudida pueden ser causados por contracciones musculares repentinas (mioclonía positiva) o por pérdidas repentinas de tono muscular (mioclonía negativa). Muchos trastornos neurológicos diferentes pueden causar mioclonías; por ello, los neurólogos las consideran un síntoma de enfermedad más que un diagnóstico específico. De hecho, todo el mundo experimenta mioclonías en alguna ocasión. Por ejemplo, los “arranques de sueño”, también conocidos como “sacudidas hipnóticas”, son las sacudidas similares a una descarga que algunas personas experimentan mientras se quedan dormidas. Se trata de una forma de mioclonía que se produce en individuos normales y sanos. Sin embargo, la mioclonía patológica puede ser extremadamente incapacitante.
La mioclonía puede afectar a una región pequeña (mioclonía focal o segmentaria), como una mano, o puede producir sacudidas violentas en todo el cuerpo (mioclonía generalizada). Las sacudidas mioclónicas pueden producirse solas o en secuencia, en un patrón o al azar. Cuando siguen un patrón, a veces se asemejan a formas más comunes de temblor. Pueden ocurrir con poca frecuencia o muchas veces por minuto. Todos los tipos de mioclonía son similares en la medida en que el movimiento no puede ser controlado por la persona que lo experimenta y, en contraste con un tic, no hay ninguna advertencia o sensación premonitoria. En los casos más graves, las mioclonías pueden distorsionar el movimiento y limitar gravemente la capacidad de la persona para caminar, hablar y comer. Estos tipos de mioclonía pueden indicar que una condición subyacente del cerebro o de los nervios está causando la mioclonía.
Pronóstico de la mioclonía espinal
La espasticidad es la tensión o contracción incontrolada de los músculos que es común en individuos con lesiones medulares. Aproximadamente entre el 65% y el 78% de la población con LME tiene algún grado de espasticidad, y es más común en las lesiones cervicales (cuello) que en las torácicas (pecho) y lumbares (espalda baja).
Los nervios de la médula espinal y el cerebro forman un complejo circuito de comunicación que controla los movimientos de nuestro cuerpo. La información sobre sensaciones o procesos como el tacto, el movimiento o el estiramiento muscular se envía por la médula espinal al cerebro. En respuesta, el cerebro interpreta la señal y envía las órdenes necesarias hacia la médula espinal para indicar al cuerpo cómo debe reaccionar. La reacción del cuerpo, como alejarse de un objeto caliente, es un reflejo y se produce de forma rápida y automática.
Tras una lesión medular, el flujo normal de señales se interrumpe y el mensaje no llega al cerebro. En su lugar, las señales se envían a las células motoras de la médula espinal y provocan un espasmo muscular reflejo. Esto puede dar lugar a un espasmo, una sacudida o un endurecimiento del músculo.
Ansiedad mioclónica
Cuando el músculo o los músculos producen contracciones parecidas a las sacudidas, la afección se denomina mioclonía. El hipo también es una forma de mioclonía; también podemos sentir sacudidas repentinas cuando empezamos a dormir o justo antes de hacerlo. Estas formas de mioclonía no son molestas; sin embargo, se dan en personas sanas. El mioclono se considera un síntoma de otra condición y no un diagnóstico de una enfermedad. Las mioclonías pueden producirse a causa de un trastorno neurológico como la epilepsia, algún trastorno metabólico o reacciones adversas a los medicamentos. Los objetivos principales del tratamiento incluyen el tratamiento de las causas subyacentes del mioclono; esto ayuda a reducir los síntomas. Si se desconoce la causa, el tratamiento se centra en aliviar los efectos de la mioclonía y en mejorar la calidad de vida.
Se pueden experimentar sacudidas, temblores o espasmos que son repentinos, breves o de inicio involuntario. Estas sacudidas como contracciones varían en su intensidad y frecuencia. Las contracciones suelen ser localizadas; estos síntomas pueden interferir en las actividades cotidianas, como comer, hablar o caminar.