Recién nacido
La mioclonía neonatal benigna del sueño (MNB) se caracteriza por sacudidas mioclónicas que sólo se producen durante el sueño y que cesan bruscamente cuando el niño se despierta. Es una afección benigna que se confunde frecuentemente con crisis epilépticas durante la infancia.
En un estudio retrospectivo de 38 recién nacidos con BNSM, se revisaron todas las historias clínicas de los pacientes y se estudiaron los datos sobre el cuadro clínico y los resultados de las investigaciones. Los datos para el análisis del desarrollo neurológico de los niños y el momento en que cesaron las sacudidas mioclónicas se obtuvieron de los expedientes de los pacientes externos y de las entrevistas a los padres.
Las sacudidas mioclónicas se iniciaron entre el día 1 y el día 16 (mediana de 3 días, intervalo de confianza del 95%: 2-4 días); eran en su mayoría bilaterales, sincrónicas y de distribución simétrica, y nunca afectaban a los músculos faciales. Un episodio de sacudidas duraba desde unos segundos hasta 20 minutos. En todos los casos, las sacudidas se produjeron sólo durante el sueño: cuando el niño estaba somnoliento o se dormía en 20, cuando el niño había estado dormido durante más de 20 minutos en 5, antes de despertarse en 3 y en diferentes etapas del sueño en 5 bebés. En la mayoría de los casos (32), las sacudidas cesaron espontáneamente, y en 6 al despertar. La evaluación neurológica reveló resultados óptimos en la mayoría de los lactantes (22), hiperexcitabilidad en 11 y anomalías leves del tono muscular en 5. En dos lactantes la electroencefalografía (EEG) realizada durante el ataque de sacudidas no mostró actividad paroxística. En el resto, el EEG realizado entre los episodios de sacudidas fue normal, aparte de las anormalidades leves encontradas en seis niños. La ecografía reveló resultados normales en todos los niños, excepto en ocho, en los que se encontraron anomalías leves. Las sacudidas mioclónicas remitieron entre las 2 semanas y los 10 meses de edad (mediana de 2 meses, intervalo de confianza del 95%: 1-2 meses). El seguimiento entre los 3 y los 12 meses de edad reveló resultados óptimos de la evaluación neurológica en 30 lactantes y signos neurológicos ligeramente anormales en 8.
Convulsiones bebé
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Hay un nombre para este movimiento repentino. Se llama mioclonía, que los Institutos Nacionales de la Salud definen como una “contracción o sacudida breve e involuntaria de un músculo o grupo de músculos”. El hipo es una forma de mioclonía.
Cuando ocurre durante el sueño, se denomina mioclonía del sueño. Es más frecuente en la infancia, pero puede prolongarse hasta la edad adulta. La mayoría de las veces, la mioclonía del sueño es perfectamente normal y no hay que preocuparse por ella.
Los síntomas de la mioclonía del sueño son difíciles de pasar por alto. Además de sacudidas y espasmos, los signos también pueden denominarse sacudidas, espasmos o contracciones. Y pueden ocurrir de todo tipo: una o muchas veces seguidas, un solo episodio o muchas veces por noche, en un patrón o no.
Mioclonía del sueño
Como se ha comentado, algunos eventos clínicos como las “crisis sutiles”, las tónicas generalizadas y las mioclónicas focales/multifocales, no tienen necesariamente un correlato en el EEG. Estos eventos pueden reflejar fenómenos de liberación del tronco cerebral (por lo tanto, eventos no epilépticos) o pueden representar actividad epiléptica subcortical. Los recién nacidos también muestran una variedad de movimientos periódicos normales que pueden ser fácilmente identificados por observadores experimentados como no epilépticos. Los padres primerizos pueden no estar familiarizados con el carácter de estos movimientos. Cuando los ataques se repiten con frecuencia, se puede pedir a los padres que graben en vídeo los acontecimientos. La revisión posterior de las cintas puede ayudar a establecer el diagnóstico correcto, y también puede utilizarse para tranquilizar a los padres aprensivos. Algunos ejemplos de paroxismos no epilépticos comunes son los movimientos oculares no conjugados, los movimientos de succión sin anomalías oculares asociadas y las mioclonías nocturnas. A continuación se describen otros eventos específicos no epilépticos. Los rangos de edad son algo arbitrarios, y algunos de los eventos no epilépticos que se han clasificado en la infancia pueden comenzar en el período neonatal.
Espasmos infantiles
Los pequeños pueden tener verdaderas urgencias, por supuesto, pero te sorprendería saber cuántos problemas no son realmente peligrosos. Los síntomas que indican una enfermedad grave en un adulto -como temblores incontrolables- pueden ser normales en un bebé. Esto se debe a que la inmadurez física de un bebé y los rápidos cambios hormonales hacen que su cuerpo reaccione de forma única.
Para ayudarte a tranquilizarte, he recopilado algunos de los síntomas más comunes de los bebés que he visto, que son aterradores pero normales. No obstante, si alguna vez tienes dudas sobre la salud de tu hijo, debes acudir siempre al médico. Siempre es mejor prevenir que lamentar.
Lo que hizo que el pediatra estuviera tan seguro de que este bebé estaba bien fue que sus movimientos similares a las convulsiones sólo se producían durante el sueño y cesaban al instante cuando se despertaba. Mi colega el doctor Michael Zimbric, neurólogo pediátrico del Hospital Infantil Rady de San Diego, explica lo que ocurría: “Los bebés tienen un sistema nervioso inmaduro y sus movimientos son aún más descoordinados durante el sueño que cuando están despiertos. Estos movimientos espasmódicos no son distintos de los que tenemos los adultos cuando nos dormimos.”