Dolores de cabeza diarios
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La cefalea por hemicránea continua es un subtipo de cefalea crónica que padecen los migrañosos. La mayoría de los pacientes con cefaleas por hemicránea continua informan de un dolor presente durante más de tres meses, con exacerbaciones de intensidad moderada o mayor. Por definición, la hemicránea continua se produce en un solo lado de la cabeza. El dolor crónico es generalmente continuo y fluctúa en intensidad con pocas pausas entre ellas. El dolor que experimenta se ve agravado por un dolor agudo y punzante en el mismo lado. Incluso puede experimentar un dolor que se desplaza entre cada lado de la cabeza durante un episodio de dolor de cabeza, lo cual, según los investigadores, puede ocurrir.
El tratamiento más prescrito para la hemicránea continua es la indometacina, un medicamento oral antiinflamatorio. Las cefaleas por hemicránea continua se denominan sensibles a la indometacina, lo que significa que en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen tras varias dosis del fármaco. Sin embargo, al igual que ocurre con otros medicamentos antiinflamatorios, los efectos secundarios de la indometacina suelen impedir su uso a largo plazo. De hecho, entre el 25% y el 50% de los pacientes en tratamiento con indometacina acaban desarrollando los efectos secundarios gastrointestinales que suele provocar este medicamento, como dolor abdominal, úlceras de estómago y hemorragias intestinales. Otros efectos secundarios pueden ser fatiga excesiva, hematomas o sangrados inexplicables, visión borrosa, zumbidos en los oídos y estreñimiento crónico.
Hemicránea continua nhs
Existen cuatro tipos principales de cefalea crónica diaria con una duración de cuatro horas o más al día que incluyen la hemicránea continua (HC), la migraña crónica, la cefalea tensional crónica y la nueva cefalea diaria persistente. Probablemente se describió por primera vez como una variante en racimos que respondía a la indometacina en 1981,1 y el término “HC” se propuso en 1984.2 Desde entonces, se han notificado más de 100 casos de HC.3
El HC puede etiquetarse como crónico cuando es diario y continuo sin periodos sin dolor durante un mínimo de un año, y como episódico cuando hay intervalos sin dolor de al menos un día sin tratamiento. En una serie, el 82% de los casos tenían un HC crónico (sin remisión) que era crónico desde el inicio en el 69%.5 La evolución desde la forma episódica se produjo en el 28% tras una latencia de 7,9 años (rango de dos semanas a 26 años). Algunos de los pacientes con la forma episódica inicial tenían cefaleas que no eran diarias inicialmente y un paciente tenía unos 10 días de cefalea al mes. El 15% de los pacientes tenía la forma episódica, que era episódica desde el inicio en el 33% y evolucionaba desde la forma crónica en el 66%.
Hemicránea paroxística
ResumenLa hemicránea continua (HC) y la nueva cefalea diaria persistente (NDPH) representan las dos únicas formas de cefalea diaria crónica del capítulo IV “Otras cefaleas primarias” de la segunda edición de la Clasificación Internacional de las Cefaleas. Las cefaleas crónicas diarias y las cefaleas persistentes son poco frecuentes y están mal definidas desde el punto de vista fisiopatológico; por consiguiente, su tratamiento es en gran medida empírico. De hecho, faltan ensayos prospectivos y controlados en este campo, y la eficacia del tratamiento se infiere básicamente de los resultados de escasos ensayos abiertos, series de casos retrospectivos, experiencia clínica y opiniones de expertos. En esta revisión narrativa hemos resumido la información recopilada a partir de un amplio análisis de la literatura sobre el tratamiento de la HC y la NDPH, con el fin de proporcionar las mejores pruebas disponibles y actualizadas para el tratamiento de estas dos formas poco frecuentes de cefalea primaria. La indometacina es el pilar del tratamiento de la HC. La dosis efectiva reportada de indometacina oscila entre 50 y 300 mg/día. La gabapentina 600-3.600 mg tid, el topiramato 100 mg bid y el celecoxib 200-400 mg representan las opciones alternativas más interesantes en los pacientes que no toleran la indometacina o que tienen contraindicaciones para su uso. La PND es muy difícil de tratar y sólo responde mal a las opciones de primera línea utilizadas para la migraña o la cefalea tensional.
Tratamiento de la cefalea hemicránea continua
Aunque no son tan frecuentes como la migraña, los TAC se caracterizan por un dolor intenso y síntomas autonómicos como congestión nasal, goteo nasal, lágrimas involuntarias, caída de los párpados, etc. Uno de estos TAC, la hemicránea paroxística, suele pasarse por alto. Sus síntomas son similares a los de la cefalea en racimos más común, con algunas excepciones. La principal diferencia es que los ataques de hemicránea paroxística son más cortos y frecuentes que la cefalea en racimos.
Se trata de ataques de dolor intenso, estrictamente unilateral, que se produce en la órbita, en la zona supraorbital, en la temporal o en cualquier combinación de estas zonas, con una duración de 2 a 30 minutos y que se producen varias o muchas veces al día. Los ataques se asocian a inyección conjuntival ipsilateral, lagrimeo, congestión nasal, rinorrea, sudoración frontal y facial, miosis, ptosis y/o edema de párpados. Responden absolutamente a la indometacina.
En un adulto, la indometacina oral debe utilizarse inicialmente en una dosis de al menos 150 mg diarios y aumentar si es necesario hasta 225 mg diarios. La dosis inyectable es de 100-200 mg. A menudo se emplean dosis de mantenimiento más pequeñas.