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Enfermedades asociadas al dolor de cabeza

junio 20, 2022
Enfermedades asociadas al dolor de cabeza

Tengo dolores de cabeza todos los días

Hay distintos tipos de dolor de cabeza y muchas causas diferentes, lo que explica que esta afección sea tan común. La mayoría de los dolores de cabeza tienen más de un factor contribuyente. Algunos de los desencadenantes más comunes del dolor de cabeza están relacionados con el estilo de vida, como la mala alimentación, el estrés, la tensión muscular y la falta de ejercicio. Los trastornos subyacentes graves, como los tumores cerebrales, rara vez son la causa del dolor de cabeza, aunque el dolor de cabeza persistente siempre debe ser investigado por un médico.

Las cefaleas pueden clasificarse en dos grandes categorías: primarias y secundarias. Los ejemplos de cefaleas primarias son las cefaleas en racimo y las cefaleas tensionales. Las cefaleas secundarias están provocadas por un trastorno subyacente -como una infección, una lesión o un tumor- y son un efecto secundario de la enfermedad principal.

Se siente dolor cuando se inflaman o irritan varias estructuras de la cabeza. Estas estructuras son, entre otras, las siguientes: La sensación de dolor también puede ser “referida”, lo que significa que el dolor que se produce en una zona puede transmitir la sensación de dolor a una zona cercana. Un ejemplo es el dolor referido de una cefalea que surge de un dolor de cuello.

Dolor de cabeza sinusal

Cualquiera puede sufrir un dolor de cabeza. Es la forma más común de dolor y una de las principales razones citadas para faltar al trabajo o a la escuela, así como las visitas al médico. Sin un tratamiento adecuado, los dolores de cabeza pueden ser graves e interferir en las actividades diarias.

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Algunos tipos de dolor de cabeza son hereditarios. Los dolores de cabeza pueden variar en frecuencia y gravedad. Algunos individuos pueden experimentar dolores de cabeza una o dos veces al año, mientras que otros pueden sufrirlos más de 15 días al mes. Algunos dolores de cabeza pueden ser recurrentes o durar semanas. El dolor puede ir de leve a incapacitante y puede ir acompañado de síntomas como náuseas o mayor sensibilidad al ruido o la luz.

El nervio tiene tres ramas que conducen las sensaciones desde el cuero cabelludo, los vasos sanguíneos dentro y fuera del cráneo, el revestimiento que rodea el cerebro (las meninges) y la cara, la boca, el cuello, las orejas, los ojos y la garganta.

El propio tejido cerebral carece de nervios sensibles al dolor y no lo siente. Los dolores de cabeza se producen cuando las terminaciones nerviosas sensibles al dolor, denominadas nociceptores, reaccionan a los desencadenantes del dolor de cabeza (como el estrés, ciertos alimentos u olores, o el uso de medicamentos) y envían mensajes a través del nervio trigémino al tálamo, la “estación de transmisión” del cerebro para la sensación de dolor de todo el cuerpo. El tálamo controla la sensibilidad del cuerpo a la luz y al ruido y envía mensajes a partes del cerebro que gestionan la conciencia del dolor y la respuesta emocional al mismo. Otras partes del cerebro también pueden formar parte del proceso, provocando náuseas, vómitos, diarrea, problemas de concentración y otros síntomas neurológicos.

Dolor de cabeza por hipertensión

ResumenVarias líneas de evidencia apoyan un papel del sistema inmune en la patogénesis de la cefalea, con especial atención a la migraña. En primer lugar, se han notificado alteraciones en el perfil de citoquinas y en los subconjuntos de linfocitos en pacientes con cefalea. En segundo lugar, varios factores patógenos genéticos y ambientales parecen ser frecuentemente compartidos por la cefalea y las enfermedades inmunológicas/autoinmunes. En consecuencia, se ha sugerido que las alteraciones inmunológicas en las cefaleas primarias, en particular en la migraña, predisponen a algunos pacientes al desarrollo de enfermedades inmunológicas y autoinmunes. Por otra parte, los mecanismos patogénicos que subyacen a los trastornos autoinmunes, en algunos casos, parecen favorecer la aparición de cefaleas. Por lo tanto, en los últimos años se ha investigado a fondo la asociación entre el dolor de cabeza y los trastornos inmunológicos/autoinmunes. El conocimiento de esta posible asociación puede tener implicaciones relevantes en la práctica clínica a la hora de decidir enfoques diagnósticos y terapéuticos. La presente revisión resume los hallazgos realizados hasta la fecha sobre la posible relación entre la cefalea y los trastornos inmunológicos/autoinmunes, comenzando por una descripción de la alteración inmunológica de las cefaleas primarias, y pasando por las pruebas que apoyan una posible relación entre la cefalea y cada enfermedad autoinmune/inmunológica específica.

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Cefalea en racimos

Hay tantas causas conocidas de dolor de cabeza como pelos en la cabeza. Muchos de estos trastornos se solapan, lo que significa que puede ser muy difícil distinguir unos de otros. Además, no se conocen pruebas de diagnóstico que puedan determinar definitivamente qué tipo de trastorno de dolor de cabeza primario o secundario se padece. Sin embargo, al trabajar con un profesional médico para discutir su historia médica familiar y personal, específicamente su experiencia con los dolores de cabeza hasta la fecha, puede llegar a una causa probable para sus dolores de cabeza recurrentes.

Las cefaleas en racimo son uno de los tipos más dolorosos de los trastornos primarios del dolor de cabeza. Se producen en patrones cíclicos, conocidos como períodos de racimos, y generalmente se presentan con dolor detrás o alrededor de los ojos. Los periodos en racimo pueden durar semanas o meses, seguidos de periodos de remisión en los que no se experimenta ningún dolor de cabeza; estos periodos de remisión pueden durar hasta varios años. El tratamiento suele consistir en controlar los síntomas y evitar que los racimos se conviertan en episodios de cefalea importantes.

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