Hipersensibilidad al sonido y trastornos de ansiedad
Dos síntomas únicos, aunque relacionados, suelen encabezar la lista de personas con afecciones crónicas: la fotofobia y la fonofobia. Curiosamente, rara vez aparecen de forma aislada, lo que indica que pueden existir procesos fisiológicos compartidos entre ellos. En este post, explicamos qué representan estos términos médicos y por qué suelen aparecer juntos.
La mayoría de las personas probablemente no estén familiarizadas con los términos foto o fonofobia, a menos que los hayan conocido a través de una conversación con su médico o especialista. Así que empecemos con las definiciones de estos términos médicos:
Las personas con fotofobia suelen quejarse de que la luz es demasiado brillante o de que los fluorescentes son molestos. Las pantallas de ordenador o de dispositivos, la luz solar exterior y el deslumbramiento también pueden afectar negativamente a las personas con este síntoma.
La fonofobia, por su parte, representa una fuerte intolerancia al entorno, concretamente al sonido. Aunque el término puede evocar el concepto de miedo, para las personas con enfermedades crónicas generalmente representa una sensibilidad a los ruidos fuertes, como el tráfico, la música o incluso la conversación.
¿La música provoca dolores de cabeza?
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Usted no es el único que evita los fuegos artificiales el 4 de julio o que se encuentra frecuentemente diciéndole a sus hijos que sus fuertes voces le dan dolor de cabeza. De hecho, el ruido es un factor desencadenante del dolor de cabeza para las personas propensas a padecerlo.
Se ha demostrado científicamente que el ruido es un posible desencadenante de dolores de cabeza para las personas que sufren migrañas o cefaleas tensionales. Además, las personas con tendencia a padecer migrañas son más propensas a percibir los ruidos fuertes como algo desagradable en comparación con las personas que no padecen migrañas.
Como todos los factores desencadenantes, no está claro el mecanismo preciso por el que el ruido desencadena un dolor de cabeza. Dado que el ruido es un desencadenante tanto de las migrañas como de las cefaleas tensionales, es probable que haya más de un mecanismo implicado.
Comprobador de síntomas de la boya
El consejo clínico tradicional es que la mejor manera de prevenir el dolor de cabeza/migraña es evitar los desencadenantes. Sin embargo, la evitación de los estímulos que provocan ansiedad provoca una sensibilización a los mismos, por lo que ¿existe el peligro de que la evitación de los desencadenantes de la migraña/dolor de cabeza provoque una disminución de la tolerancia a los mismos?
Los sujetos asistieron a una sesión de laboratorio dividida en 3 fases: prueba previa a la intervención, intervención (1 de 5 niveles de exposición al desencadenante) y prueba posterior a la intervención. La respuesta a la intervención se midió en términos de tolerancia al ruido, sensibilidad al ruido y respuesta nociceptiva al ruido.
Se encontró una relación curvilínea entre la duración de la exposición al factor desencadenante y la respuesta al dolor en el caso de los individuos que no sufren cefaleas regulares, es decir, la exposición breve se asoció con la sensibilización y la exposición prolongada con la desensibilización. La relación para los pacientes con cefaleas era menos clara.
Los resultados son coherentes con la propuesta de que una de las vías etiológicas para sufrir dolores de cabeza frecuentes es intentar evitar, o escapar, de los posibles factores desencadenantes. Estos resultados sugieren que el consejo clínico tradicional a los pacientes con cefalea, de que la mejor manera de prevenir la migraña/dolor de cabeza es evitar los factores desencadenantes, corre el riesgo de establecer un proceso de sensibilización insidioso, aumentando así la frecuencia del dolor de cabeza.
Localización del dolor de cabeza
¿Alguna vez has sentido que la cabeza te palpita o que la habitación da vueltas de repente y no puedes orientarte? Si es así, podría estar sufriendo dolores de cabeza o vértigo. Incluso los cambios más pequeños en su rutina diaria pueden hacer que experimente los tipos más comunes de dolor de cabeza. Para que no pierdas la cabeza y tu vida no se convierta en una constante confusión, hemos investigado 10 actividades diarias o irritantes del entorno que pueden provocar vértigo y dolores de cabeza cuando menos te lo esperas.
Ciertos alimentos pueden hacer que experimente dolores de cabeza o síntomas de vértigo en un momento dado. Algunos alimentos harán que su cuerpo tenga una respuesta inmediata similar a la de una reacción alérgica en la que experimentará un dolor de cabeza intenso, náuseas o sentirá que la habitación da vueltas. Algunos de los alimentos que suelen provocar dolores de cabeza son el chocolate, los cacahuetes, las patatas fritas, la pizza y los ingredientes fermentados como el queso.
Los alimentos que tienen olores o edulcorantes artificiales también pueden provocarle dolores de cabeza y náuseas. Incluso los alimentos crujientes que te hacen masticar con mucho esfuerzo pueden provocarte dolores de cabeza y problemas de mandíbula si no tienes cuidado.