Vértigo y mareos
El SFC es una enfermedad crónica (de larga duración) que hace que las personas se sientan muy cansadas y débiles. También pueden tener dolores de cabeza, mareos u otros síntomas físicos. A veces también tienen síntomas emocionales, como la ira o la tristeza.
Cada persona con SFC puede tener síntomas diferentes. Muchos de los síntomas del SFC son similares a los de otras enfermedades, como la mononucleosis, la enfermedad de Lyme o la depresión. Y los síntomas pueden variar con el tiempo, incluso en la misma persona.
El SFC se denomina a veces encefalomielitis miálgica (EM). “Miálgica” (pronunciado: my-AL-jik) significa dolores musculares. “Encefalomielitis” significa que puede haber inflamación en el cerebro o la médula espinal.
El síndrome de fatiga crónica puede afectar a personas de todas las etnias y edades, pero es más frecuente en personas de cuarenta o cincuenta años. Es muy raro en los niños. Algunos adolescentes padecen el síndrome de fatiga crónica, y afecta más a las chicas que a los chicos.
Los médicos también suelen pedir análisis de sangre, de orina (pis) o de otro tipo para comprobar si hay enfermedades que provocan síntomas similares. Es posible que envíen a la persona a ver a otros especialistas, como un especialista del sueño o un neurólogo, para que le ayuden con el diagnóstico.
Dolor de cabeza, náuseas, fatiga
Si te sientes aturdido y/o mareado, el Dr. Grossman recomienda beber agua o zumo de naranja y acostarse. Si los síntomas duran más de 15 minutos, dice que es el momento de buscar ayuda médica en un centro de atención urgente o de emergencia. Aunque los síntomas sean breves, y aunque creas conocer la causa, informa a tu médico del mareo.
Puedes deshidratarte si te acaloras, si no comes o bebes lo suficiente o si estás enfermo. Sin suficientes líquidos, el volumen de la sangre disminuye, lo que reduce la presión arterial e impide que el cerebro reciba suficiente sangre, lo que provoca el mareo. “Un vaso de agua puede ser suficiente para sentirse mejor, pero si no ha comido ni bebido mucho durante días, se necesitará más que eso para rehidratar el cuerpo”, dice el Dr. Grossman. Es posible que necesites una infusión de líquido por vía intravenosa. Un médico puede comprobar si necesita electrolitos como el potasio o la sal.
A veces los medicamentos hacen que te sientas mareado, especialmente los que bajan la presión arterial o te hacen orinar más. “Si funcionan demasiado bien, bajan demasiado la tensión arterial y provocan el mareo. Los diuréticos son famosos por esto”, dice el Dr. Grossman. La solución puede ser tan sencilla como ajustar la dosis o probar un medicamento diferente.
Vértigo cervical
Los vértigos también pueden estar relacionados con zumbidos en los oídos, disminución de la audición, fatiga visual y dolores de cabeza. Estos pueden aparecer y desaparecer a lo largo del día. Si son constantes o muy intensos, debe informar a su profesional de la salud, ya que es posible que quiera realizar más investigaciones.
El síndrome de taquicardia ortostática postural (PoTS) es un aumento anormal de la frecuencia cardíaca que se produce después de sentarse o ponerse de pie. Algunos síntomas típicos son mareos, desmayos, fatiga y palpitaciones. Se diagnostica si la frecuencia cardíaca aumenta en 30 latidos por minuto (lpm) o más (40 lpm en las personas de 12 a 19 años), normalmente en los 10 minutos siguientes a ponerse de pie.
Estos síntomas son inespecíficos y pueden deberse a muchas causas diferentes, como los medicamentos o la presión arterial baja, por lo que es conveniente obtener un diagnóstico adecuado. A veces pueden diagnosticarse erróneamente como ataques de ansiedad o de pánico.
Para algunas personas, el simple hecho de levantarse de la cama supone un reto. Siéntese en el borde de la cama durante uno o dos minutos y espere a que se le pase el mareo antes de intentar ponerse de pie. Al principio puede ser necesario pedir a alguien que le acompañe cuando intente ponerse de pie o ir al baño.
Qué hacer contra los mareos
Los mareos pueden ser un síntoma preocupante, pero a menudo no es algo que se asocie inmediatamente con la falta de sueño. En el blog de hoy, sin embargo, voy a hablar de algunas de las diferentes formas en que la falta de sueño puede favorecer los mareos y, lo que es más importante, de cómo puede hacer frente a este síntoma en particular.
Cuando se piensa en los mareos, lo más probable es que se asocie el problema con cuestiones como la presión arterial baja, la deshidratación o la anemia. Dormir mal no es lo primero que le vendrá a la mente, pero hay una serie de formas furtivas en las que una mala noche de sueño puede favorecer este síntoma; algunas bastante directas y otras más indirectas. Veamos algunas de ellas.
No es de extrañar que la falta de sueño esté intrínsecamente ligada a la falta de energía. Según la Gran Encuesta Británica sobre el Sueño, el 88% de las personas que duermen mal tienen problemas de fatiga, en comparación con sólo el 29% de los que duermen bien.1 Así que, aparte de restarle energía a lo largo del día, ¿cómo se asocia la fatiga con los mareos? Pues bien, la fatiga está asociada a una serie de síntomas que podrían contribuir a un ataque de mareo, como la falta de concentración, la visión borrosa, los dolores de cabeza, la mala coordinación y la debilidad muscular.