Efectos secundarios del ayuno intermitente
En los últimos años, el ayuno intermitente se ha hecho cada vez más popular por sus promesas de mejorar la salud y controlar el peso. La idea es que es más fácil restringir drásticamente las calorías unos días a la semana o limitar la alimentación a una “ventana de alimentación” reducida cada día que reducir moderadamente las calorías en cada comida, todos los días.
Sus defensores afirman que los periodos de ayuno prolongados (más allá del tiempo normal entre comidas) favorecen la reparación celular, mejoran la sensibilidad a la insulina, aumentan los niveles de la hormona del crecimiento humano y alteran la expresión de los genes de forma que promueven la longevidad y la protección contra las enfermedades. Pero, ¿existen riesgos?
Antes de sopesar los efectos secundarios del ayuno intermitente, es importante saber que existen varias formas de ayuno intermitente y que aún no se conocen las pruebas de su eficacia y seguridad a largo plazo. Las formas más comunes son:
Algunos planes pueden causar más efectos secundarios que otros, pero en general, es importante discutir los siguientes efectos secundarios del ayuno intermitente con un profesional médico antes de elegir un plan que funcione con su estilo de vida.
Ayuno intermitente por la mañana o por la noche
Los artículos de Verywell Health son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud. Estos revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
La gente lleva una vida muy ajetreada, y eso hace que sea más difícil hacer comidas rutinarias. A veces tenemos que comer tarde, y a veces nos saltamos las comidas por completo. En otros casos, la gente decide no comer. Tanto si es intencionado como si no, el hecho de no comer suele provocar dolor de cabeza.
El dolor de cabeza suele ser de intensidad leve a moderada. Se localiza en la frente y no es pulsátil. Por tanto, un dolor de cabeza en ayunas se parece más a una cefalea tensional que a una migraña. Aun así, el ayuno puede inducir una migraña en personas que la padecen.
Cuanto más tiempo se pase sin comer, más probable es que se produzca una cefalea en ayunas. Las investigaciones también respaldan el hallazgo de que las personas que normalmente sufren dolores de cabeza son más propensas a desarrollar una cefalea por ayuno que las que no lo hacen.
Por qué dejé el ayuno intermitente
Es posible que tenga un dolor de cabeza cuando comience el ayuno intermitente, especialmente si ya experimenta dolores de cabeza con regularidad. Los síntomas serán leves, ya que el cuerpo tarda unos días en adaptarse al nuevo horario de comidas. Para evitar el dolor de cabeza durante el ayuno, manténgase hidratado, reduzca lentamente el consumo de cafeína y consuma muchas calorías, centrándose en las grasas saludables.
Día 1 de ayuno intermitente. Has superado la marca de las 12 horas. Normalmente, a estas alturas ya te estarías alimentando, pero estás intentando alargar el periodo de ayuno unas horas más. Entonces, de la nada, aparece un dolor de cabeza y tienes que decidir si continúas o abandonas el ayuno.
Aunque no todo el mundo experimenta dolor de cabeza durante el ayuno, muchas personas sienten algunas molestias en la cabeza los primeros días al comenzar un programa de ayuno intermitente mientras su cuerpo se adapta a un nuevo horario de alimentación, especialmente si ya son propensos a los dolores de cabeza.
Los dolores de cabeza primarios no tienen una causa subyacente o un trastorno que los produzca. Esto incluye las cefaleas tensionales y las migrañas. Las migrañas afectan a 28 millones de mujeres en Estados Unidos (1). El ayuno puede desencadenar migrañas (2). Las cefaleas en ayunas son más frecuentes, con síntomas más intensos, en quienes ya padecen cefaleas primarias (3).
Cómo evitar los dolores de cabeza durante el ayuno intermitente
El dolor de cabeza es un trastorno común en la población general. La cefalea en ayunas está codificada en el Grupo 10 de la segunda edición de la Clasificación Internacional de las Cefaleas (“Cefalea atribuida a un trastorno de la homeostasis”). Un estudio realizado en la población general de Dinamarca encontró una tasa de prevalencia a lo largo de la vida del 4,1% para la cefalea en ayunas. La cefalea en ayunas suele ser difusa o localizada en la región frontal, y el dolor es no pulsátil y de intensidad leve o moderada. En la mayoría de los casos, la cefalea se produce después de al menos 16 horas de ayuno y se resuelve en las 72 horas siguientes a la reanudación de la ingesta de alimentos. La probabilidad de desarrollar cefalea en ayunas aumenta directamente con la duración del ayuno. Las personas que padecen cefaleas tienen un mayor riesgo de desarrollarlas durante el ayuno que las personas que no suelen padecerlas. La hipoglucemia y la abstinencia de cafeína se han implicado especialmente como factores causales, pero aún queda mucho por saber sobre este tema.