Órganos del sistema nervioso
El sistema nervioso es el principal sistema de control, regulación y comunicación del cuerpo. Es el centro de toda la actividad mental, incluidos el pensamiento, el aprendizaje y la memoria. Junto con el sistema endocrino, el sistema nervioso es responsable de regular y mantener la homeostasis.
Al igual que otros sistemas del cuerpo, el sistema nervioso está compuesto por órganos, principalmente el cerebro, la médula espinal, los nervios y los ganglios. Éstos, a su vez, están formados por varios tejidos, como el nervioso, el sanguíneo y el conectivo. Juntos llevan a cabo las complejas actividades del sistema nervioso.
Millones de receptores sensoriales detectan los cambios, llamados estímulos, que se producen dentro y fuera del cuerpo. Controlan cosas como la temperatura, la luz y el sonido del entorno externo. Dentro del cuerpo, el entorno interno, los receptores detectan las variaciones de la presión, el pH, la concentración de dióxido de carbono y los niveles de diversos electrolitos. Toda esta información recopilada se denomina entrada sensorial.
La entrada sensorial se convierte en señales eléctricas llamadas impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro. Allí las señales se unen para crear sensaciones, producir pensamientos o añadirse a la memoria; en cada momento se toman decisiones basadas en la información sensorial. Esto es la integración.
Partes del sistema nervioso
La imagen que tiene en su mente del sistema nervioso probablemente incluye el cerebro, el tejido nervioso contenido en el cráneo, y la médula espinal, la extensión del tejido nervioso dentro de la columna vertebral. Eso sugiere que está formado por dos órganos -y puede que ni siquiera piense en la médula espinal como un órgano-, pero el sistema nervioso es una estructura muy compleja. Dentro del cerebro, muchas regiones diferentes y separadas son responsables de muchas funciones diferentes y separadas. Es como si el sistema nervioso se compusiera de muchos órganos que se parecen entre sí y que sólo pueden diferenciarse utilizando herramientas como el microscopio o la electrofisiología. En comparación, es fácil ver que el estómago es diferente al esófago o al hígado, por lo que se puede imaginar el sistema digestivo como un conjunto de órganos específicos.
El sistema nervioso puede dividirse en dos grandes regiones: el sistema nervioso central y el periférico. El sistema nervioso central (SNC) es el cerebro y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico (SNP) es todo lo demás (Figura 12.2). El cerebro está contenido en la cavidad craneal del cráneo, y la médula espinal en la cavidad vertebral de la columna vertebral. Es una simplificación excesiva decir que el SNC es lo que está dentro de estas dos cavidades y el sistema nervioso periférico está fuera de ellas, pero es una forma de empezar a pensar en ello. En realidad, hay algunos elementos del sistema nervioso periférico que están dentro de las cavidades craneales o vertebrales. El sistema nervioso periférico se llama así porque está en la periferia, es decir, más allá del cerebro y la médula espinal. Según los distintos aspectos del sistema nervioso, la línea divisoria entre central y periférico no es necesariamente universal.
Sistema nervioso central
En primer lugar, con el sistema nervioso hay muchos términos nuevos con los que probablemente se encontrará, ya sea en esta sección, en otros libros de texto de anatomía y en la industria del fitness. Para ayudarte a entender algunos de estos nuevos términos, los hemos definido en la siguiente tabla (ten en cuenta que puede que tengas que seguir leyendo para que algunas de estas definiciones tengan sentido):
El sistema nervioso es un sistema de control del cuerpo y es un poco como un ordenador. El cerebro es similar al software y es responsable de tomar decisiones y los nervios son como el hardware o el cableado que comunica esas decisiones con el resto del cuerpo.
El sistema nervioso, junto con el sistema endocrino (hormonal), trabaja para controlar todas las actividades del cuerpo humano. Lo hace comunicando mensajes entre el cerebro y el cuerpo de forma muy rápida mediante impulsos nerviosos (potenciales de acción).
Un ejemplo de ello es la regulación de la temperatura corporal. Cuando hacemos ejercicio creamos calor, y para mantener una temperatura central relativamente constante el sistema nervioso envía mensajes a los vasos sanguíneos para que se dilaten (expandan), aumentando el flujo de sangre a la piel, y aumentando la sudoración para ayudar a dispersar el calor acumulado.
Sistema nervioso humano
El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo, incluidos los órganos internos. De este modo, la actividad del sistema nervioso controla la capacidad de moverse, respirar, ver, pensar, etc.1
La unidad básica del sistema nervioso es la célula nerviosa o neurona. El cerebro humano contiene unos 100.000 millones de neuronas. Una neurona tiene un cuerpo celular, que incluye el núcleo de la célula, y unas extensiones especiales llamadas axones y dendritas. Los haces de axones, llamados nervios, se encuentran por todo el cuerpo. Los axones y las dendritas permiten a las neuronas comunicarse, incluso a grandes distancias.
Diferentes tipos de neuronas controlan o realizan diferentes actividades. Por ejemplo, las neuronas motoras transmiten mensajes del cerebro a los músculos para generar movimiento. Las neuronas sensoriales detectan la luz, el sonido, el olor, el sabor, la presión y el calor, y envían mensajes sobre estos elementos al cerebro. Otras partes del sistema nervioso controlan los procesos involuntarios. Entre ellos, el mantenimiento de un ritmo cardíaco regular, la liberación de hormonas como la adrenalina, la apertura de la pupila en respuesta a la luz y la regulación del sistema digestivo.