Psicología de la negación
La sublimación adopta muchas formas diferentes. Por ejemplo, los deseos sádicos pueden sublimarse haciendo una operación. El mecanismo de sublimación transforma las experiencias no deseadas, traumáticas y negativas en diversos tipos de actividades constructivas. Las formas más sencillas de expresión de la sublimación son los sueños brillantes y vívidos, que se recuerdan durante mucho tiempo. Las formas más elevadas son el dibujo, la música, el diseño y otras.
La sublimación es un mecanismo de defensa de la psique humana, que elimina la creciente tensión interior para lograr cualquier objetivo positivo. De este modo, los impulsos personales inaceptables pueden cambiarse por algo más aceptable en la sociedad.He aquí algunos ejemplos:
Un hombre que trabaja en el sector de los servicios quiere defender sus intereses, pero debido al tipo de su trabajo, se ve obligado a reprimir las reacciones no deseadas y a comunicarse siempre con los clientes de forma educada. Puede sublimar la negatividad si se pone a boxear.Una mujer sueña con una familia e hijos, pero no está casada. Puede dar su amor a los animales sin hogar o a otras personas que necesiten cuidados. El joven se enamora de una chica, pero ella no siente nada por él. Puede escribir un poema en su honor, pintar un cuadro o componer una canción.
¿Cuáles son los ejemplos de sublimación en psicología?
La sublimación es un mecanismo de defensa que consiste en canalizar los impulsos no deseados o inaceptables hacia una salida admisible o productiva. Por ejemplo, una mujer que acaba de pasar por una ruptura puede canalizar sus emociones en un proyecto de mejora del hogar.
¿Qué significa la sublimación en psicología?
n. en la teoría psicoanalítica clásica, mecanismo de defensa en el que las pulsiones sexuales o agresivas inaceptables se canalizan inconscientemente hacia modos de expresión socialmente aceptables y se reorientan hacia nuevos comportamientos aprendidos, que proporcionan indirectamente cierta satisfacción a las pulsiones originales.
¿Qué es la emoción sublimada?
Definición. La sublimación es la canalización de sentimientos, deseos e impulsos inaceptables -a menudo de naturaleza sexual o agresiva- en una actividad positiva y socialmente aprobada.
Psicología del desplazamiento
La sublimación es la canalización de sentimientos, deseos e impulsos inaceptables -a menudo de naturaleza sexual o agresiva- en una actividad positiva y socialmente aprobada. Esta actividad suele ser creativa, pero no tiene por qué serlo. La sublimación se considera uno de los mecanismos de defensa más maduros, y Freud creía que sólo una minoría de personas era capaz de hacer uso de ella con regularidad. La mayoría de las veces, la gente tendría que utilizar otras defensas, normalmente menos maduras. Como se señala más adelante, pruebas recientes -tanto experimentales como correlacionales- han apoyado la existencia de la sublimación como mecanismo de defensa y han identificado variaciones culturales en su prevalencia.
La idea básica de que las pulsiones y los impulsos sexuales pueden canalizarse hacia otras actividades existe desde hace siglos y se encuentra en muchos lugares del mundo. Freud desarrolló esta idea argumentando que la naturaleza prohibida de los impulsos sexuales o agresivos requería que el inconsciente alterara lo inaceptable…
Mecanismo de defensa en psicología
En psicología, la sublimación es un tipo de mecanismo de defensa maduro, en el que los impulsos o idealizaciones socialmente inaceptables se transforman en acciones o comportamientos socialmente aceptables, lo que puede dar lugar a una conversión a largo plazo del impulso inicial.
Sigmund Freud creía que la sublimación era un signo de madurez y civilización, que permitía a las personas funcionar normalmente de forma culturalmente aceptable. Definió la sublimación como el proceso de desviación de los instintos sexuales hacia actos de mayor valoración social, siendo “un rasgo especialmente conspicuo del desarrollo cultural; es lo que hace posible que las actividades psíquicas superiores, científicas, artísticas o ideológicas, desempeñen un papel tan ‘importante’ en la vida civilizada”[1] Wade y Travis presentan un punto de vista similar, afirmando que la sublimación se produce cuando el desplazamiento “sirve a un propósito cultural o socialmente útil más elevado, como en la creación de arte o inventos”[2].
No existe, en sentido estricto, ni una conducta desinteresada, ni un punto de vista totalmente desinteresado. Ambos son simplemente sublimaciones en las que el elemento básico parece casi evaporado y traiciona su presencia sólo a la observación más aguda. Todo lo que necesitamos y que podría darse en el estado actual de desarrollo de las ciencias, es una química de las concepciones y sentimientos morales, religiosos y estéticos, así como de aquellas emociones que experimentamos en los asuntos, grandes y pequeños, de la sociedad y la civilización, y de las que somos sensibles incluso en la soledad. Pero, ¿qué pasaría si esta química estableciera el hecho de que, incluso en su dominio, los resultados más magníficos se obtuvieran con los ingredientes más bajos y despreciados? ¿Se sentirían muchos dispuestos a continuar tales investigaciones? A la humanidad le gusta dejar de lado las cuestiones de su origen y comienzo: ¿no hay que ser casi inhumano para seguir el camino contrario?[4].
Ejemplo de mecanismo de defensa de la sublimación
Combinando ideas de Freud y Weber, este artículo explora si los protestantes (frente a los católicos y los judíos) son más propensos a sublimar sus sentimientos y deseos tabúes hacia fines productivos. En la muestra de Terman (Estudio 1), los hombres y mujeres protestantes que tenían problemas sexuales relacionados con ansiedades sobre los tabúes y la depravación tenían mayores logros creativos, en comparación con los que tenían problemas sexuales no relacionados con dichas preocupaciones y con los que no informaban de problemas sexuales. En dos experimentos de laboratorio (Estudios 2 y 3) se descubrió que los protestantes producían más obras de arte creativas (esculturas, poemas, collages, leyendas de dibujos animados) cuando se les (a) cebaba con palabras relacionadas con la condenación, (b) se les inducía a sentir deseos sexuales inaceptables, o (c) se les obligaba a reprimir su ira. No bastaba con activar la ira o la atracción sexual; era la naturaleza prohibida o reprimida de la emoción lo que le daba su poder creativo. Los estudios proporcionan posiblemente la primera prueba experimental de la sublimación y sugieren un enfoque psicológico cultural de los mecanismos de defensa.